lunes, 30 de noviembre de 2009

EL CONGRESO Y LA RENUNCIA

Fernando Belaunzarán

Es para no dar crédito. Si alguien hubiera entrado en coma tras las elecciones del 2006 y acabara de despertar le sería imposible entender el vuelco que han dado los acontecimientos desde entonces. Se acabó la relación de suma cero entre los dos grandes antagonistas de ese proceso y ambos sufren desgaste y descrédito, a diferencia del tercer actor que se encontraba en la lona y que ahora se vislumbra con una amplia delantera en la carrera de la sucesión presidencial. La situación económica del país es alarmante y los costos para Felipe Calderón y su gobierno son crecientes. Sin embargo, el malestar social no está siendo capitalizado, como ocurriría en cualquier país del mundo, por el principal líder opositor y su partido, cuyo respaldo se reduce hoy al voto duro. Peor aún, el que ha crecido a costa de los polos que se enfrentaron hace tres años es la opción del pasado autoritario. Comprender por qué sucedió este fenómeno para tratar de revertirlo debiera ser la tarea fundamental del próximo Congreso Nacional del PRD que se ha planteado como meta refundar al partido.

Dos valores en tensión definen el difícil acertijo que tiene por delante el PRD de cara a su Congreso Nacional: unidad y cambio. Se podría decir que ambos valores son perfectamente compatibles y que, dada la contundencia de los golpes recibidos, con objetividad y sentido común se podrían sacar lecciones adecuadas y, aunque sea por instinto de supervivencia, las corrientes y los líderes debieran coincidir en los cambios orgánicos y de rumbo que permitieran romper la inercia del aislamiento y al menos intentar que la izquierda sea nuevamente opción en el 2012. Sin embargo, y por desgracia, la situación es más complicada que eso.

Por principio de cuentas, una parte se niega a aceptar, no obstante la evidencia, que una de las causas -en mi opinión la fundamental- de la debacle electoral fue la implementación autoritaria y unilateral de una línea política desastrosa que comenzó con el plantón de Reforma y que alejó al partido y a su excandidato presidencial de millones de mexicanos que les dieron su voto en el 2006. Pero el problema no es que se piense y opine de una u otra manera; en un partido que se pretende democrático se debe coexistir con quienes sostienen discrepancias, así parezcan algunas de éstas más producto de la consigna y del auto de fe que de la convicción sincera. Lo que dificulta enormemente la coexistencia entre posturas y opiniones disímbolas es que el procesamiento institucional de las diferencias no sea aceptado por todos.

El tremendo desgaste en la relación interna, producto del conflicto por la presidencia del partido, y la endeble institucionalidad que desde su nacimiento ha padecido el PRD hacen que la unidad posible –que no es más que mantenerse en la misma organización- eluda la toma de decisiones importantes. Esta situación, en lugar de favorecer los consensos propositivos, que son fruto del dinamismo y la capacidad de respuesta ante los nuevos retos, lleva a asumir como fatalidad en puntos neurálgicos y polémicos el consenso pasivo basado en la indefinición, es decir, en la no resolución, sea porque en relación a ellos se acuerdan fórmulas ambiguas e incluso contradictorias o porque de plano se les ignora. Y es ahí donde se da la contradicción entre unidad y cambio, pues la transformación, así sea ésta necesaria y apremiante, se vuelve riesgo de ruptura.

Por supuesto que pueden darse algunos cambios importantes en el próximo Congreso, pero todo parece indicar que otros quedaran pospuestos, no porque sean secundarios sino porque eso permite seguir caminando juntos aunque sea con hilachos de estabilidad y cargando contradicciones que no dejarán de manifestarse públicamente. Se entiende que tras los desastrosos resultados del 2009 en los que Andrés Manuel López Obrador decidió hacer campaña por otro partido se haya decidido privilegiar frente a cualquier otra consideración buscar contener y revertir la división interna. Pero como AMLO no se va a comprometer con los acuerdos que tome el partido y está fuera de cualquier esperanza que pueda modificar sus posiciones como resultado de una deliberación colectiva, se asumió como algo irremediable la pervivencia de la bipolaridad que Ruth Zavaleta denunció en su carta de renuncia.

La continuidad de la esquizofrenia es el costo que se decidió pagar para evitar la división. Por eso se ignora que una minoría del grupo parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados hace lo que le ordenan desde la presidencia legítima al margen de las decisiones mayoritarias de los legisladores de la bancada perredista y de las orientaciones de los órganos de dirección partidarios. Incluso se ha dado el hecho insólito de que el Coordinador vote diferente a lo acordado por la mayoría –si él no asume lo decidido democráticamente, ¿a quién se le puede pedir que lo haga?

Por eso es que, si bien lamento la decisión de Ruth Zavaleta y considero que hubiera sido importante escuchar su voz en el Congreso, comprendo sus razones y las respeto. Es verdad que podrían darse avances como lo sería una forma de organización a partir de las secciones electorales que trastoque ciertos vicios y excesos al promover un sistema de selección indirecta de dirigentes partidarios que fortalezca y extienda el trabajo territorial, pero también lo es que mientras se siga premiando al clientelismo con elecciones universales –como se plantea para elegir candidatos- los cambios no tendrán la profundidad que requieren ni solucionarán los problemas más graves de la organización.

Ahora bien, es evidente que tanto la autocomplacencia como la ausencia de crítica y autocrítica que suelen acompañarla son igualmente obstáculos para llevar a cabo los cambios debidos. Convertir los errores en virtudes manifiestas dentro de una aventura épica imaginaria, obligan a persistir en ella sin otra esperanza que la catástrofe nacional reacomode las piezas y permitan al líder en su papel de protagonista heroico venderse como el único que puede poner orden al caos, entre otras razones, por tener influencia en él. Se dice que las acciones y actitud tomadas desde el conflicto pos electoral del 2006 evitaron que “desapareciera el movimiento” y que se “diluyera la propuesta”, pero estoy seguro de que eso mismo pudo haberse conseguido sin perder el 60% de los electores y sin cosechar un rechazo ciudadano del 40%.

Sacrificar competitividad electoral por un albur disruptivo es lo que debilitó a la izquierda, provocó su división y la confrontó con sectores importantes de la población. Ese debilitamiento no sólo ha alejado a la izquierda de la disputa por el 2012 y contribuido a la recuperación del PRI sino que abrió la puerta a golpes arteros y autoritarios de la derecha como la “extinción” de Luz y Fuerza del Centro. Si se atrevió Calderón a enfrentar al poderoso SME no obstante la crisis es porque midió el mal momento por el que pasa la izquierda.

Sería pecar de autismo el negar la posibilidad de estallidos sociales provocados por la molestia social ante la crisis, el desempleo, la inseguridad, la falta de expectativas y el descrédito de la clase política. Sin embargo, el hecho de que puedan presentarse no significa que eso beneficie a la izquierda y que está pueda organizar la protesta social. Felipe Calderón vive momentos aciagos, pero no por la existencia de un movimiento social organizado que le reclame su ilegitimidad y su falta de resultados sino por la gravedad de los problemas que han rebasado a su administración, la atrofia del régimen para responder a ellos adecuadamente y sus propios errores e incapacidades. El fracaso del gobierno, aunado al clamor social por el orden y a la debilidad de un movimiento aislado por su extremismo pudieran facilitar una salida autoritaria de derecha.

El reto del PRD es generar confianza en estos tiempos de crisis y zozobra. Recuperar a las clases medias mostrándose responsable y comprometido con las soluciones del país y no con la descomposición política, ni con la misión “centenarista” que sueña con derrocar gobiernos porque en 2010 toca, ni con las ambiciones personales de quien se siente predestinado a gobernar al país y que no se hace cargo del inmenso capital político que ha dilapidado. Por ello, haría bien el próximo Congreso Nacional del PRD en considerar las críticas vertidas por Ruth Zavaleta en su carta de renuncia.


De paso...

Ruth. Ruth Zavaleta es fundadora del PRD y su inicio en la militancia dentro de la izquierda se remonta unos años atrás en la Organización Revolucionaria Punto Crítico que fue creada por dirigentes del movimiento popular de 1968. Como se ve, no llegó a la izquierda para incorporarse al poder sino para enfrentarse a él, a tal grado que fue detenida y encarcelada. Durante su paso como jefa Delegacional en Venustiano Carranza fue elogiada ampliamente por el entonces jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador. Como Presidenta de la Cámara de Diputados actuó siempre de acuerdo a los principios del PRD. Por cumplir con sus responsabilidades institucionales, desde la presidencia legítima se orquestó una campaña de linchamiento moral en su contra de inconfundible tufo estalinista. Por impulsar cambios políticos en el DF que se encuentran estipulados en el Programa del partido se pidió hasta su expulsión -pecado imperdonable eso de querer democratizar una entidad que tu propio partido gobierna. El terrible despropósito de convertir al que discrepa en alguien moralmente repudiable, mismo que está en el corazón de la confrontación fraticida que sufrió el PRD en su última elección de Presidente Nacional, tuvo como principal blanco a Ruth Zavaleta. No faltaron ataques misóginos que fueron ignorados por algunas flamantes feministas perredistas para su vergüenza, demostrando que “secta mata principios”. Andrés Manuel López Obrador la atacó directamente por recibir a Juan Camilo Mouriño en su carácter de Secretario de Gobernación, pero ahora calla sobre las reuniones de Marcelo Ebrard con Felipe Calderón cuando en ese entonces lo elogiaban por ser el único que no lo había hecho. Doble moral, doble discurso de los tartufos presuntamente de izquierda. Por supuesto que Ruth cometió errores y algunos excesos declarativos, pero siempre tuvo el valor de reconocerlos y asumir las consecuencias. Su valor, entereza y congruencia le ganaron importante reconocimiento de sectores de la sociedad, fundamentalmente de aquellos que se alejaron de la izquierda tras el movimiento pos electoral del 2006. Por eso duele más su salida. Da pena ver a los perredistas que se alegran, algunos de ellos salinistas redimidos que haciendo gala de lo que Carlos Fuentes calificó como “el celo del converso” escupen inquina y odio y al estilo de su viejo patrón -lo que bien se aprende nunca se olvida- mueven los hilos para desprestigiarla. Pero no se dan cuenta que con esa actitud lo único que hacen es darle la razón a Ruth. Seguramente en la lucha por la democracia y la justicia en el país nos la volveremos a encontrar. ¡Suerte Ruth!... Andrés Manuel López Obrador afirma tener una encuesta en la que, si hoy fueran las elecciones, obtendría 15 millones de votos, poco más de los que obtuvo en 2006. Dichos resultados distan mucho de los que han dado a conocer empresas reconocidas en la materia. Por eso sería muy importante que AMLO diera a conocer su encuesta completa para que la opinión pública tuviera conocimiento de ella y quedara al descubierto, si lo hubiera, la intención de perjudicarlo. No descarto que pueda existir un complot de encuestadoras promovido por “la mafia de la política”, pero eso se debe acreditar con algo más que con saliva. De otra manera se podría pensar que fue hecha por los mismos que le daban diez puntos de ventaja una semana antes de la elección, lo que no fue sino pura propaganda que tuvo la perversa consecuencia de generar tal exceso de confianza hasta tal punto que se descuidaron las casillas. Además, se debe saber con qué empresas se cuenta para que en su momento den a conocer quién es el que está mejor posicionado para ser el candidato presidencial del PRD… El discurso en defensa del Estado laico pronunciado por Juan Ramón de la Fuente no podía ser más oportuno, dado el embate de la derecha confesional para penalizar a las mujeres que deciden interrumpir un embarazo no deseado. El reconocimiento que le entregó por el partido Convergencia es sin duda merecido. En estos momentos tan difíciles para el país, voces como las del ex rector de la Universidad Nacional son un viento fresco para la República. Es hora de escuchar a la sociedad… Las elecciones en Honduras realizadas bajo un gobierno de facto, producto de un golpe de Estado, no debieran reconocerse por parte de la comunidad internacional… De manera por demás cobarde -porque prefirieron ausentarse para no dar la cara en el debate- se cerró la puerta de la Controversia Constitucional sobre la “extinción” de Luz y Fuerza del Centro por parte de la Cámara de Diputados. Esa era una buena oportunidad por encontrar un cauce legal para dirimir el conflicto y salir de dudas sobre la legitimidad del decreto. Claro, los 40 mil millones que no le dieron a la compañía se lo repartieron los gobernadores del PRI. Lo dicho, al SME sólo le han dejado como alternativas la calle o pactar su rendición… El patético vodevil de Juanito regresó a las primeras planas. Educado en el noroñismo entró a la fuerza a la Delegación que por ley tiene el derecho a presidir sin ninguna necesidad. La responsabilidad de que un sujeto así esté a punto de cumplir su amenaza de gobernar la Delegacional más grande del Distrito Federal es sin duda del Dr. Frankenstein en su versión tropical, el cual llamó a votar por un sujeto que, a decir de Clara Brugada, “padece de sus facultades mentales” en contra de su propio partido al tiempo que comprometía a instituciones y personas que van desde el propio Juanito hasta Marcelo Ebrard. Ojalá pronto se encuentre una solución negociada porque destituir a un jefe Delegacional, aunque se tenga la mayoría para hacerlo, no es algo que se pueda hacer en fast track y sin motivos de peso que estén establecidos en la ley a menos de que importe poco hacer el ridículo nacional… Dicen Juanito que le ofrecieron el Instituto del Deporte y yo pregunto ¿qué culpa tienen los deportistas?... En cumplimiento de una orden un Tribunal Civil, la PGR se disculpó e indemnizó a los familiares de Guillermo Velez Mendoza al que le fabricó pruebas para inculparlo como miembro de la banda de secuestradores “Los Ántrax”. En el operativo de su captura lo torturaron causándole la muerte. El padre de la víctima Guillermo Velez Pelayo dio una lucha ejemplar para limpiar el nombre de su hijo asesinado e injustamente inculpado. Siete años después obtiene una importante victoria moral. La arbitrariedad y la impunidad son las dos caras de la moneda de la justicia en México. ¡Qué bueno que en esta ocasión sí se hizo justicia!… El Barcelona ganó el derby español al Real Madrid jugando casi todo el segundo tiempo con 10 hombres. Los dos grandes estrellas, Cristiano Ronaldo y Leonel Messi, fallaron solos frente al portero… Y en futbol mexicano: ¡Aguilitas a volar!...

martes, 24 de noviembre de 2009

LOS DUEÑOS DEL PAÍS

Fernando Belaunzarán

Los festejos por el 99 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana sirvieron para que diversos y muy variados actores hicieran votos de voluntad transformadora. Así que lo mismo Calderón que López Obrador, el SME que el Consejo Coordinador Empresarial, la Iglesia que muchas ONG’s, el PRI que el PRD se pronunciaron por llevar a cabo importantes cambios en el país. La preocupación se debe no sólo a la evidencia de que muchas de las causas que originaron aquel alzamiento armado están presentes sino también a la grave situación por la que está atravesando México y la consecuente agudización de los problemas sociales.

Sin embargo, existen razones de sobra para ser escépticos frente a la expresión de esos buenos deseos no obstante la elocuencia compartida de tales promotores discursivos del cambio. No me refiero únicamente a la obviedad de que cada uno de ellos piensa en contenidos, sentidos y alcances distintos o a que algunos pudieron haber sido demagógicos al hacer sus planteamientos sino a lo que quedó de manifiesto con la aprobación de la Ley de Ingresos y del Presupuesto de Egresos: la imposibilidad de tomar las decisiones correctas por el predominio del interés particular de quienes han sabido poner al Estado a su servicio, de los que se asumen como dueños del país y que acaban de demostrar su fuerza para someter a las instituciones y hacer prevalecer sus intereses particulares sobre el interés público. ¿Por qué deberíamos pensar que podría suceder algo distinto en los próximos meses?

En las crisis se ve el tamaño no sólo de los políticos sino también de otros grupos económicos y sociales influyentes. Resulta decepcionante ver que en el momento de mayor apremio en décadas se corrobore la poca disposición a sacrificar intereses, privilegios y derechos de facto por parte de los favorecidos del sistema. Hoy cuando se requiere como nunca construir acuerdos nacionales para darle viabilidad a la nación nadie parece querer sacrificar un poco de poder o ganancias a favor del interés general.

El apremio por los “cambios necesarios” en realidad no pasa de ser la petición de que sólo “se haga la justicia en los bueyes de mi compadre”. La oposición a terminar con la avenida de elusión fiscal que es el régimen de consolidación y que se cobren las cuentas pendientes, la exención de derechos en la concesión de frecuencias para telefonía celular que serán otorgadas a empresas con gran solvencia financiera y la repartición del presupuesto a gusto de los gobernadores son algunos botones de muestra de la falta de intención a repartir equitativamente los costos de la crisis y rediseñar al Estado mexicano bajo el principio de equilibrar obligaciones con derechos, responsabilidades con beneficios y poderes con poderes.

La falta de voluntad para el sacrificio parejo y equilibrado refleja la total ausencia de visión de Estado para entender que si se saca a flote al país ganamos todos y que, en ese sentido, las perdidas son de sobra compensadas. El gran escollo mexicano para enfrentar la crisis es la imposibilidad absoluta de buena parte de sus clases política, empresarial y sindical, entre otras, para superar las visiones de facción y dejar tan sólo por un momento de defender privilegios o buscar ventajas particulares. Es notoria la incapacidad de tirios y troyanos para abarcar con la mirada al conjunto de la nación y es claro que no se ha entendido que los costos de la recuperación, para que ésta realmente se dé, deben ser compartidos. Por eso es que se prefiere echar más leña al fuego, exhibir ambiciones y miserias, seguir cultivando molestia social antes que ceder un poco y limitar algunas de las ventajas que algunos grupos tienen o aspiran a tener, así sean éstas obstáculos para el crecimiento económico, la democratización del país y la consecución de un verdadero Estado de Derecho.

Hasta el momento se ha mostrado la imposibilidad de partidos, corporaciones, líderes, gobernantes, empresas, sindicatos, organizaciones, etc., de ponerse por encima, aunque sea por un momento, de la lucha de facciones y aceptar que el único camino cierto es el del gran acuerdo, amplio e incluyente entre distintos, que parta del hecho de que todos deben hacer concesiones y asumir costos y responsabilidades para poner los nuevos cimientos de un edificio que está derrumbándose; de no hacerlo a la brevedad se corre el riesgo de que la salida democrática se cancele y se abra paso a un golpe autoritario. La apuesta por prevalecer sobre los otros e imponer el proyecto de una parte sobre el resto entraña la continuación de la lucha despiadada por el poder, el aumento de la descomposición política y la obstrucción del cambio institucional. Sería forzar una definición en momentos poco propicios para la izquierda no obstante la creciente inconformidad y molestia social que existe con la situación del país. Paradoja que sólo se entiende por los tremendos errores cometidos justo después de haber tenido el mejor resultado electoral desde 1988.

El que debiera ser el principal interesado en generar los acuerdos nacionales necesarios para darle viabilidad al país con bases sólidas ha hecho poco por conseguirlos. De hecho, hasta los ha obstaculizado al ceder ante los poderes fácticos y tomar decisiones autoritarias que polarizan a las fuerzas políticas como fue la liquidación de Luz y Fuerza del Centro. Felipe Calderón, en lugar de poner sobre la mesa el problema de la falta de competitividad, la corrupción y el mal servicio de la compañía para buscar un acuerdo entre las partes que evitara poner a más de 40 mil trabajadores en el desempleo, dio un golpe de mano que ante los hechos consumados no dejaba más alternativa al SME que la rendición o la guerra.

No se puede estar en contra de buscar el cambio profundo y pacífico para México. Propiciarlo debiera ser la primera prioridad de todo aquel que se sienta comprometido con la lucha por la democracia en el país. Sin embargo resulta difícil ser optimista. Gobierno débil e incapaz, izquierda dividida que elude tomar una definición y duda entre comprometerse con la transformación desde el sistema o fomentar la ruptura institucional y el PRI que siente que el mantenimiento de la situación los beneficia y se aproximan caminando a recuperar la presidencia. Se ve más próxima la regresión autoritaria que el cambio democrático. Eso es lo que los dueños del país nos han recordado. Quizás un liderazgo emergente pueda cambiar el panorama.


De paso.

Ausencia. Siempre es virtuoso poner propuestas e ideas por delante. Por eso me parece sano y pertinente que Andrés Manuel López Obrador haya puesto las suyas y lo que procede es reflexionarlas, analizarlas y discutirlas, tal y como debe hacerse con otras de otros personajes políticos. A reserva de que después con mayor detenimiento me dedique a ello en un texto específico, me parece relevante señalar una ausencia notable en el decálogo de AMLO que -con matices, observaciones y en lo general- comparto en alguna medida. López Obrador no habla del cambio de régimen no obstante la evidente disfuncionalidad del sistema presidencialista que tenemos y la perversa concentración de poder que se ha propiciado, cuya muestra más palpable son los gobernadores devenidos en señores feudales. No hay democracia sin equilibrios y contrapesos institucionales y es profundamente conservador el pensamiento de que alguien todopoderoso redimirá al país desde sus ruinas. Para ser congruente consigo misma la izquierda debe hacer honor a sus postulados democráticos y libertarios. Si la frase “sólo el pueblo puede salvar al pueblo” significa algo y no es pura demagogia, entonces se debe fortalecer al Poder Legislativo, pues es ahí y no en el gobernante donde debe descansar la representación popular. Para evitar dolorosas experiencias trágicas como las que se dieron en nombre del “socialismo real” nunca más debe olvidarse que el pueblo es plural y diverso y no homogéneo y monolítico… No hay expresión que muestre de manera más dramática lo que ha pasado la izquierda que la de congratularse por haber resistido cuando hace apenas tres años se reclamaba para sí el triunfo electoral. Ahora bien, ¿a quién ha resistido? Por supuesto, en estos años no ha sufrido ni de cerca la persecución que padeció en los tiempos de Salinas, ni tampoco una embestida legaloide como la del despropósito foxista del desafuero. Es verdad que algunos medios de comunicación no la han tratado bien, pero nada comparado a lo que sucedía en otras épocas y si bien la editorialización puede ser cuestionable, la televisión no inventó el cierre de Reforma o las tomas de tribuna. No obstante lo anterior, estoy de acuerdo en que la izquierda ha resistido estos últimos tres años…pero a sí misma –si se quiere, tómese también como autocrítica… Que los Estados Unidos no cierran Guantánamo y en Honduras permanecen en el poder los golpistas. Malas noticias… Por una lamentable omisión no había comentado el nombramiento del nuevo Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Es una lástima para el país que el excelente trabajo, reconocido internacionalmente, que hizo Emilio Álvarez Icaza al frente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal no la haya podido continuar a nivel federal. Queda la sospecha de que por un absurdo ajuste de cuentas, expresión de intolerancia medieval, se le haya obstruido el paso por parte del poder confesional como represalia por no haberse opuesto a la despenalización del aborto en la capital del país. Una muestra más de cómo abordan los asuntos de Estado el gobierno y su partido. Por su parte, el PRI en lugar de lavarse la cara por su complicidad en las leyes antiaborto que se han dado en el país decidió apoyar al candidato oficial, Raúl Plascencia, que deberá hacer mucho para quitarse la imagen de continuidad de la gestión gris pálida que tuvo José Luís Soberanes al frente de la CNDH… Se ha presentado en la ALDF la iniciativa para permitir los matrimonios gay en la Ciudad de México, lo cual debe apoyarse no sólo por el contraste que significa con la ofensiva conservadora que hay en el país sino fundamentalmente por tratarse del reconocimiento y la conquista de un derecho legítimo y el triunfo de la libertad sobre el prejuicio y la discriminación. Espero de verdad que logré aprobarse y de esta manera la V Legislatura de continuidad al avance significativo que logró en esa materia la IV y no acabé convirtiéndose en moneda de cambio, ahora que ese órgano parlamentario ya no goza del grado de autonomía que tuvo entonces… La mano de Thierry Henry en tiempo extra que le dio el pase al mundial a Francia de manera sucia sobre Irlanda que había hecho un gran partido al hacer hombrada de ganarle en tiempo reglamentario a los galos en su propia casa no hará que se repita el encuentro, que sería sin duda lo justo, pues crearía el precedente indeseable de repetir partidos por causa de errores humanos. Lo que sí sería posible y provechoso es que este lamentable acontecimiento abriera la posibilidad de instalar la repetición instantánea para resolver sobre jugadas dudosas en partidos trascendentes… Bret Favre sigue consiguiendo marcas en su inexorable camino al Salón de la Fama y hace soñar a los vikingos de Minnesota con regresar a un Super Bowl… Y para cerrar el artículo, qué mejor que hacerle honor al Barcelona que sin Messi le puso un baile al Inter de Milan de Morinho. ¡Qué manera de tocar la pelota, abrir espacios, recuperar el balón y jugar bonito! El arte se impuso al catenagio…

lunes, 9 de noviembre de 2009

20 AÑOS

Fernando Belaunzarán

Muchas cosas se han escrito sobre la caída del Muro de Berlín y no es para menos. Es el símbolo más claro, figurativo y elocuente del derrumbe del totalitarismo burocrático en Europa del Este, mismo que dio fin a la era geopolítica que se abrió tras el término de la Segunda Guerra Mundial, conocida como “Guerra Fría”. Ese acontecimiento no acabó con la historia, ni embelleció al capitalismo, ni pudo establecer a la democracia liberal como paradigma único en aquellas y en otras naciones, ni terminó con las ideologías, ni con las utopías, ni cumplió con las expectativas creadas por otras tantas cuentas alegres que en el paroxismo de la algarabía post URSS se llegaron a proclamar. Cayó un sistema político dictatorial que negaba los ideales de libertad, justicia y democracia que lo inspiraron y por los cuales millones de personas dieron incluso la vida. Murió para bien un engendro, pero no por eso se acabaron las contradicciones.

La verdad es que no necesitaron pasar dos décadas para que el optimismo se viniera abajo, no sólo por las duras consecuencias sociales que trajo aparejado el advenimiento del capitalismo salvaje en Europa del Este y en la ex Unión Soviética sino también por el resurgimiento enardecido de los nacionalismos vueltas guerras de exterminio étnicas como aconteció en la antigua Yugoslavia, y de fundamentalismos e integrismos que avivaron las prácticas terroristas mediante atacantes suicidas que incluso se atrevieron a golpear el corazón de los Estados Unidos aquel infausto 11 de septiembre.

Pero no es sólo la desestabilización y el regreso de atavismos que se supondría superados ante la implantación del proclamado “Nuevo Orden Mundial” y el establecimiento hegemónico de la democracia occidental que parecía alzarse con una victoria cultural indiscutible lo que lleva al desengaño sino también los altos grados de pobreza, hambruna, abuso, carencia de servicios médicos elementales, falta de educación que, entre otros males, sufre gran parte de la población en el mundo. El anhelo de justicia sigue siendo legítimo, necesario y apremiante.

Por eso ha tenido razón el Dr. Adolfo Sánchez Vázquez al reiterar desde aquellos años, y de manera magistral en el Encuentro Vuelta de 1990, que la derrota del llamado “socialismo real” no exime al capitalismo de sus males, que además de seguir siendo una fuente de desigualdad y opresión para buena parte de la humanidad amenaza con causar daños irreparables al planeta por la sobreexplotación y el derroche que llevan a cabo los países más industrializados. También acierta el eminente Filósofo marxista del exilio español al decir que lo que se acabó es un experimento desafortunado que tiene su origen en tratar de construir un sistema en un país que no tenía las condiciones para ello, pues Marx siempre pensó que la nueva sociedad sólo podía construirse en donde el capitalismo estuviera más desarrollado. Pero el fracaso de ese contrasentido social, fruto del estalinismo, que se convirtió en lo opuesto de lo que se había propuesto no significa que se haya agotado la posibilidad de arribar a una sociedad diferente en la que, a diferencia del “socialismo real”, sea más libre, más democrática y más justa que la actual, misma que se hace más necesaria cuanto que los problemas sociales y ecológicos provocados por el capitalismo actual se agudizan.

Ahora bien, es preciso revisar los medios para buscar esa otra sociedad mejor. Las revoluciones violentas parecen estar condenadas a ser traicionadas por una parte de la elite que las dirigió. La experiencia nos dice que de las armas no surgen las democracias y si alguna lección se debe aprender de la caída del Muro de Berlín es que la izquierda autoritaria es una contradicción en sí misma de funestas consecuencias. Los métodos deben ser congruentes con lo que se desea conseguir, lo cual debe verse como garantía de que el ejercicio del poder será consecuente con los valores esgrimidos. Por eso la vía debe ser pacífica y democrática, tolerante e incluyente, buscando el convencimiento y la construcción de mayorías, llevando la democracia a espacios en donde ahora está vedada. En lugar de que el fin justifique los medios, éstos deben traslucir el fin valioso y deseable que se persigue.

La crisis económica obliga a revisar paradigmas y los riesgos del calentamiento global a moderar ambiciones propias del capitalismo salvaje. El mundo unipolar parece haber llegado a su fin con Bush Jr.. Los retos globales, la fortaleza de economías emergentes como China, India y Brasil, la conmoción de Wall Street y la mala experiencia de la guerra de Irak favorecen el multilateralismo.

Veinte años han pasado desde la caída del Muro de Berlín; algo digno de celebrarse por lo que desapareció: una estructura en sí misma aberrante que separaba pueblos y familias y que expresaba muy bien el carácter de esa sociedad que lejos de ser socialista podría definirse mejor como estatismo cuartelario en poder de una burocracia privilegiada y corrupta. Pero nadie debería estar contento con lo que tenemos ahora. Por eso, el recuerdo de ese acontecimiento debe llevar a no cometer los mismos errores y de ninguna manera a asumir las cosas como son. Por eso es que sigue siendo vigente lo establecido por Marx en la archiconocida XI tesis sobre Feuerbach: “…de lo que se trata es de transformar al mundo”



De paso.

Paro y amparo. La decisión unilateral y autoritaria de Felipe Calderón para decretar la “extinción” de Luz y Fuerza del Centro dejó poco margen de maniobra a los trabajadores legítimamente indignados. Por fortuna, la vía jurídica camina y esperemos que los tribunales reviertan el golpe dado, obligando con ello al diálogo que debió ser el punto de partida para buscar solución al problema de la eficiencia y la productividad de la empresa. La entrega de la suspensión definitiva respecto a la terminación de la relación laboral en tanto se defina el fondo del asunto es sin duda una buena señal. Pero como a final de cuentas se trata de un camino tortuoso e incierto es evidente que los trabajadores deben combinar la estrategia legal con la movilización en el marco de la Constitución para no perder cohesión ni ánimo de lucha y mantener el problema vivo en el imaginario social y en la opinión pública. Es en ese sentido que el SME decidió escalar el conflicto con un paro general el próximo miércoles 11 de noviembre. Medida por demás arriesgada, pero que, como dijimos, los trabajadores no tienen muchas opciones para mantenerse en la lucha y evitar el desgaste de este movimiento que podría alargarse en el tiempo. Con ello, empatan la estrategia con el obradorismo, esperando que el descontento social por la crisis, el desempleo, los impuestos y la incapacidad y desprestigio de la clase política encuentre en el conflicto de los electricistas el detonante, razón por la cual se busca además calentar el ambiente rumbo a lo que se piensa será un momento estelar de la insurrección civil anhelada; me refiero al mitin del 22 de noviembre que encabezará Andrés Manuel López Obrador. Por desgracia, grandes y graves errores debilitaron política, electoral y socialmente a la izquierda que acarició la presidencia hace poco más de tres años y no llega de la mejor manera a estos momentos decisivos. Sin embargo, quién puede negar que la pradera está seca y que muchas cosas pueden ocurrir. Esperemos, eso sí, que no haya violencia y que se encuentre el espacio para que la política resuelva las cosas, lo cual fortalecería la vía democrática para transformar al país. Apostar al colapso podría significar el servir involuntariamente a la regresión autoritaria en el país… A la ultraderecha también le estorba la endeble institucionalidad democrática de la república. Para muestra basta el botón de Mauricio Fernández, Alcalde de San Pedro Garza García, Nuevo León, que se enteró antes que la policía de la ejecución de un presunto secuestrador y que amenaza con violar la ley para combatir el crimen… Si la participación en el Congreso de la Unión debe servir para exaltar el ánimo belicoso de los propios, entonces la estrategia de la bancada del PT sería la correcta. Pero estoy convencido de que es mucho más importante tratar de convencer a los que no están con uno, de persuadir al público desprejuiciado acerca de la razón que se tiene, en síntesis, de ganar el debate. En ese sentido, los insultos, las bravatas y la descalificación burda resultan contraproducentes, generan aislamiento, rompen puentes y hacen perder el respeto de propios y extraños. Por donde se le vea, es mucho más redituable el argumento que la grosería… A la población en general se le piden sacrificios para tapar los huecos que la caída de la producción petrolera y de los precios del hidrocarburo dejó en los ingresos del Estado, pero se le otorga una exención de pago de derechos a compañías con altos ingresos para que entren a un mercado seguro y rentable. Cómo se ve, nuevamente las pérdidas son públicas, pero las ganancias serán privadas. El país al servicio de unos cuantos. Una razón más para la indignación y no puedo ocultar mi asombro ante el autismo de los que juegan con fuego bajo la creencia de que el pueblo mexicano lo soporta todo… Sólo podremos aspirar seriamente a un futuro diferente y mejor si se invierte en educación, ciencia y tecnología. Por eso en el presupuesto se deben ver a estas áreas con la prioridad que tienen y no seguir sacrificando el largo plazo en nombre de los caprichos presupuestales de los gobernadores que esperan mantener la plaza comprando votos… Obama se apuntó un importante y simbólico triunfo al ganar la votación de manera apretada en la Cámara de Representantes su polémica propuesta de reformas al sistema de salud que ha sido tan cuestionada por los sectores conservadores y que ha dado pie a manifestaciones execrables de racismo. Menos mal que los republicanos no tomaron la tribuna. Falta el Senado… Los Pumas salvaron el honor al derrotar al América con un penal justísimo en el último minuto…

lunes, 2 de noviembre de 2009

EL PATÉTICO DRAMA DE LOS IMPUESTOS

Fernando Belaunzarán

México ha vivido casi 30 años de una paradoja perversa. Los márgenes de ganancia de unos cuantos consorcios han sido estratosféricos, al grado de que algunos de sus principales accionistas han entrado a la lista selecta de la revista Forbes por la magnitud de sus fortunas. Sin embargo, el país no ha crecido en términos reales en este lapso, razón por la cual mientras la riqueza se fue concentrando, la pobreza en cambio se ha extendido, trayendo como resultado una nación de profundas y evidentes desigualdades.

Ambos fenómenos se deben, por supuesto, al seguimiento dogmático de un modelo de desarrollo que ha fracasado y que lejos de permitirnos enfrentar la actual crisis global con éxito nos ha sumido en un escenario catastrófico. Dicho modelo ha mantenido como “incentivo a la inversión” una legislación que favorece la elusión de impuestos, lo cual ha hecho de nuestro país no sólo un paraíso fiscal para el sector más rico de la economía sino uno de los que menos recursos capta por esa vía en el mundo, menos del 10% del PIB. En ese sentido es que se puede sostener que los ingresos petroleros subsidiaban lo no recaudado a ese sector.

Si de por sí la baja recaudación tenía maniatado al Estado mexicano, tanto para realizar políticas de inversión pública y programas económicos anticíclicos, como para llevar a cabo una política social que pudiera realmente redistribuir la riqueza, ahora con la disminución de la producción petrolera y la baja en los precios del hidrocarburo se decidió cargar el peso de la compensación por lo perdido a los contribuyentes cautivos y al consumo generalizado, y sólo --y de manera titubeante-- se toco a las grandes empresas modificando el régimen de consolidación fiscal para cerrar esa carretera de elusión fiscal y estableciendo un cobro retroactivo que finalmente se aprobó con facilidades de pago.

No obstante lo anterior, las cámaras empresariales pusieron el grito en el cielo, lo cual llevó al “presidente constitucional”, Felipe Calderón, a coincidir con el “presidente legítimo”, Andrés Manuel López Obrador, en la denuncia de que los grandes consorcios únicamente aportan el 1.7% de sus ganancias al fisco mientras que los demás contribuyentes pagarán hasta el 30% de las mismas. El argumento de que ese privilegio ayuda a la inversión y ésta a su vez a la creación de empleos se cae a la luz de la experiencia, pues a tres décadas de aplicar ese esquema de “incentivos” el país, como dijimos, no ha crecido. Está visto que el acrecentar ganancias vía la elusión de impuestos no ha generado el nivel de inversión que se podría esperar y que, en cambio, el Estado mexicano por la falta de recursos se ha visto imposibilitado de actuar con la contundencia y profundidad que la situación demanda –lo cual no quiere decir que no haya también falta de capacidad, exceso de gasto corriente, despilfarros, privilegios inaceptables, corrupción y ausencia de planeación que agravan el problema--.

Con ganancias más moderadas, el empresariado de otros países arriesga comparativamente mucho más que el nuestro, quizás porque eso los obliga a tener su dinero en movimiento para ganar lo suficiente, razón por la cual no les conviene jugar de manera conservadora, manteniendo simplemente lo que tienen. Por esa razón también, los monopolios que tienen asegurado un público cautivo no benefician ni a los consumidores ni al sector del que se trate. Parece ser que es la competencia y la necesidad de invertir –no el gusto o el cálculo de lo seguro- el verdadero estímulo para el crecimiento y la generación de empleos por parte de la iniciativa privada.

La mejor vía para redistribuir la riqueza es a través del gasto público que se nutre por los impuestos. Esa es la razón por la cual en el mundo la izquierda suele sostener una recaudación alta y la derecha su disminución. No es casual que el grito populista favorito de Thatcher, Reagan y los dos Bush en sus campañas haya sido el de “No más impuestos” y que incluso se hayan comprometido a reducirlos. Por todo ello no deja de ser curioso que sectores de la izquierda mexicana reproduzcan esa posición, cuando la lucha debiera ser incrementar la captación de impuestos, pero bajo la base de la equidad y evitando tanto la evasión como la elusión, lo cual obliga a reformas legales. Y es que el Consejo Coordinador Empresarial acierta cuando dicen que los grandes consorcios cumplen con la normatividad, pues el problema es que la ley se hizo para ellos. Si se quiere realmente llegar a un Estado Social Democrático de Derecho en México, entonces debe plantearse aumentar la recaudación fiscal en el mediano plazo al menos al doble, y eso no será posible mientras se mantengan los privilegios jurídicos que permiten a los que más ganan pagar míseros impuestos o de plano no pagarlos.

La puerta fácil para conciliar con los sectores económicamente más poderosos es la del IVA pero, al afectar con ello la economía del conjunto de la población, tiene el inconveniente del costo electoral que, según la experiencia de 1997, se puede endosar al partido que lo promueva. Esa es la razón por la que, no obstante haberlo pactado con el gobierno federal por presión de sus gobernadores que necesitan recursos para operar con discrecionalidad recursos cuantiosos de cara a las elecciones del próximo año en sus estados, el PRI montó la pantomima de salirse de la sesión en el Senado para que el PAN asumiera todo el costo como si los mexicanos fueran estúpidos y se les pudiera engañar con un montaje burdo y cobarde. Tan malo como lo anterior es que finalmente se hayan salido con la suya los que buscarán licitar nuevas frecuencias de telefonía celular al condonarse el pago de derechos a personas morales con alto poder económico precisamente en estos tiempos en que más se necesitan recursos. Una vez más prevalece la perversa costumbre de que las ganancias son privadas, pero las perdidas públicas, y una vez más quedó de manifiesto el poder fáctico de las televisoras que, como todos sabemos, ya tienen bancada legislativa.

Después de las declaraciones de Calderón, el mensaje parece claro: se les cobran más impuestos a los consumidores o a los contribuyentes cautivos para no tocar a los grandes consorcios privilegiados. Sin embargo, el problema no es tan simple. México necesita una reforma fiscal de raíz y esa no debe verse como una propuesta de un partido o dos, y menos como producto de chantajes o promesas presupuestales, sino como un objetivo estratégico y primordial del Estado mexicano, ya que haría viables los diversos programas de gobierno, sean éstos del partido que sean. Para ello, resulta indispensable que la visión facciosa que no tiene más horizonte que la próxima elección constitucional se guarde para que en un gran acuerdo entre todas las fuerzas políticas y sectores de la sociedad se asuma una posición compartida que establezca una recaudación sustancialmente superior a la de ahora, con base en la equidad, la extensión máxima del número de contribuyentes y el compromiso de implementar importantes políticas sociales que atiendan la desigualdad desde sus causas. Eso significaría que el país tuviera nuevamente un Proyecto de Nación.

Lo anterior sólo será posible si se entiende que todos tienen que sacrificar parte de sus intereses inmediatos para el beneficio del conjunto. Mientras perdure la posición de que “se haga la voluntad de Dios pero en los bueyes de mi compadre” seguiremos estancados. Eso implica dejar a un lado prejuicios y analizar opciones con la mente abierta. Por ejemplo, es importante dejar sin IVA a aquellos alimentos y medicinas que sean necesarias para la nutrición y la salud de las clases necesitadas; pero no encuentro razón alguna para que ese beneficio lo tengan los “alimentos chatarra” o los productos que se conocen como “milagro” y que con charlatanería prometen curar todo tipo de males y dolencias. Por supuesto, la solución deberá acompañarse de medidas de austeridad, rendición de cuentas, transparencia, eficacia presupuestal y combate a la corrupción.

En fin, en estos momentos aciagos para el país, la clase política mexicana se encuentra a prueba: o muestra visión de Estado para salir a flote o persiste en pelearse a muerte por la conducción de un barco que se va a pique. Las formas y el contenido en la aprobación de la Ley de Ingresos 2010 justifican de sobra el pesimismo.


De paso…

Muro de Berlín. Se cumplen 20 años de la caída del Muro de Berlín que simboliza el fin del experimento de dictaduras burocráticas que en nombre del socialismo establecieron sociedades que eran la negación de los ideales de libertad, justicia y democracia que inspiraron la lucha de millones de personas por el comunismo en el siglo pasado. La lección evidente es que el socialismo, o como se le quiera llamar a la sociedad alternativa, no puede significar menos libertades o menor vida democrática o menos respeto por los derechos humanos que las que hoy tenemos sino más bien todo lo contrario. Algo que la izquierda debe siempre tener presente cuando gobierna, pero también cuando es oposición. De ahí que la intolerancia y el autoritarismo deben verse como actitudes conservadoras que tienen que ser combatidas dentro y fuera de sus organizaciones… Javier Lozano deberá regresar a comparecer a la Cámara de Diputados. Tiene muchas cosas que aclarar y esperemos que en esta ocasión el Grupo Parlamentario del PT, también conocido como “la johnybancada”, no le haga el favor de agredirlo nuevamente y con ello, además de convertirlo en víctima, le abra otra vez la puerta de salida para que vuelva a huir sin dar la cara por sus actos. Son los argumentos y no los insultos la mejor forma de enfrentar a ese Secretario de muchos pleitos y pocas luces… Todo parece indicar que se le va a restituir el cargo de presidente de Honduras a Manuel Zelaya, quien había sido derrocado mediante un golpe de Estado. Un triunfo sin duda de la democracia latinoamericana en la que, justo es decirlo, contribuyó de manera decisiva la actual administración norteamericana… El nuevo Presidente Municipal de San Pedro Nuevo León, Mauricio Fernández, anunció la muerte en la Ciudad de México de un presunto secuestrador conocido como “El Negro Saldaña”. El problema es que lo hizo cuatro horas antes de que apareciera el cuerpo sin vida en una camioneta abandonada en la Delegación Miguel Hidalgo. O el señor Fernández tiene facultades psiquicas esotéricas o contaba con información privilegiada. Es obvio que el edil tiene mucho que aclarar… Bret Favre regresó a Green Bay para vencer al equipo que condujo durante 16 exitosas campañas. Lo dulce de la victoria está en que con un archirival de la división, los Vikingos de Minnesota, hizo tragarse al Gerente General de los Empacadores sus palabras que hace un par de temporadas lo inducían al retiro… Los Filis necesitan un milagro para evitar el campeonato número 27 de los Yankees, pero como es del dominio público, “esto no se acaba hasta que se acaba”…