miércoles, 29 de abril de 2009

LA PANDEMIA Y EL PÁNICO

Fernando Belaunzarán


Sólo hay algo peor que un enemigo que no se ve. Y esto es uno que además pueda encontrarse en cualquier parte, no sólo entre los desconocidos y tras algunas de las miles de caras anónimas apenas distinguibles entre los cubrebocas -personas que piensan y temen lo mismo de nosotros. También puede esconderse entre los amigos, los vecinos, los familiares, los compañeros, nuestra gente más querida. El virus hace que todos seamos sospechosos –y los que estornudan culpables hasta que se demuestre lo contrario- y eso crea una barrera sórdida e invisible, pero casi corpórea, entre personas que por compartir riesgos en una situación límite debieran experimentar solidaridad, afecto y acercamiento mutuos. Vagamos en un territorio vuelto hostil, viviendo en la incertidumbre y deseando que la injusta fatalidad no nos abrace sin darnos cuenta que ese sentimiento de indefensión y de zozobra incuba a un enemigo aún más poderoso y letal.

Como si camináramos en la cuerda floja debemos buscar el exacto equilibrio en un margen estrecho. Hay que tomar las cosas con seriedad, cumplir con las indicaciones preventivas y tener mucha sensibilidad frente a la eventuales susceptibilidades ajenas, pero sobre todas las cosas hay que evitar el pánico que todo lo complica y no resuelve nada, y que en su irracionalidad puede generar daños irreparables. Para hacerle frente no hay mejor remedio que la transparencia y la información veraz y objetiva. En ese sentido juegan un papel clave las autoridades y los medios de comunicación que en términos generales han estado bien. Como nunca deben ser apreciados la mesura, la sobriedad y el mensaje directo y claro.

En lugar de entrar en competencias mediáticas e irse mutando según el ánimo de los temores de la población para ser climáticos y cuidar popularidades, los gobiernos tienen que tratar a los ciudadanos como mayores de edad y eso requiere de hablar con franqueza no sólo sobre lo que pasó y lo que está pasando sino también en prospectiva lo que sigue si el contagio no puede ser controlado ni el virus aislado. En esa circunstancia se requerirá de una colaboración más activa de la sociedad y es conveniente que todos estemos preparados para actuar serenamente y contar con las condiciones adecuadas para resistir la enfermedad.

Por supuesto que nos llueve sobre mojado con una emergencia como ésta, pero de nada sirve lamentarse de la suerte. La variedad del virus de influenza que brotó en nuestro país está en circulación y se ha manifestado en otros países de diferentes continentes por lo que es probable que se torne en pandemia. Después de lo sucedido con la gripe aviar hace unos años se tenía prevista la eventualidad de una influenza de origen en especies animales que, a diferencia de aquella, se transmitiera de humano a humano y por lo mismo la Organización Mundial de Salud estaba preparada para la contingencia y es correcto que nos coordinemos internacionalmente para una adecuada atención del problema en sus alcances globales. Los que no estábamos preparados para una contingencia así -ni política, ni institucional, ni culturalmente- éramos nosotros. Por eso la prueba nos exige aún más.

Por fortuna, aunque la vacuna tardará algunos meses, algunos antivirales están demostrando su eficacia, además de que está comprobado que una buena y oportuna atención permiten resistir la enfermedad. El síntoma clave para distinguirla de otras enfermedades respiratorias es la fiebre alta, que aunque se puede presentar en otros casos, reduce en mucho el universo.

Casi tan nefasto como el pánico es la proliferación, en algunos casos con clara intencionalidad y malicia, de teorías conspirativas absurdas con supuestos objetivos políticos inconfesables. Por supuesto no resisten el examen de la más elemental lógica, pero contribuyen a minar la necesaria cohesión social que hoy se requiere para hacer frente a la emergencia. Pensar en obtener ventajas políticas de esta situación no sólo es mezquino; es absolutamente irresponsable. Espero que nadie vaya a apostar al miedo como estrategia proselitista. Lo que hay que saludar es la colaboración de gobiernos de distinto signo, al tiempo de exigirles por igual una actuación profesional e información confiable.

Algo que aunque en este artículo lo ponga al final es de primera importancia. El virus separa a las personas y el pánico las confronta. Y sin embargo en estos momentos el afecto se vuelve indispensable. Tenemos que encontrar formas para hacérselo sentir a quienes están en la misma situación que nosotros y más aún a los que se contagien o tengan familiares en ese caso. Por supuesto, con nuestros seres queridos la recomendación es que por nada del mundo, y a pesar de los pesares, los dejemos de abrazar. La cercanía hace ineficaz cualquier medida preventiva, la cual además resulta contraproducente por sus efectos nocivos en el aspecto anímico que puede resultar vital para resistir enfermedades. Por lo mismo, y por el bien de todos, que nadie crea que la abstinencia es una solución.


De paso…

Pórtland. Terminó el breve pero muy provechoso retiro académico que sirvió para concluir, ¡por fin¡, la elaboración del texto indispensable para finalizar un prolongado ciclo universitario. Mis infinitas gratitudes a Rebeca, Kelli, la pequeña y risueña Mía y, sobre todo, a mi hermano Lalo que fue un gran anfitrión y que es mi principal cómplice, no obstante la distancia. La ciudad de las rosas me trató muy bien… Con todo y todo, es decir, con todo y peste, ¡cómo extrañaba el DF!... ¡y a mi familia!… La influenza, el temblor, la crisis económica, el crimen sin control y, para acabarla de amolar, la lesión de Rafa Márquez, ¡chingao!... ¡Pobres cerdos!, si de por sí tienen mala fama… Qué se resuelva el asesinato de Beatriz López Leyva.

lunes, 20 de abril de 2009

LATINOAMERICAN OBAMA TOUR

20 de abril de 2009



Fernando Belaunzarán


No hubo engaños ni sorpresas, aunque sí muchos sorprendidos. Obama viajó a México en una parada que no estaba contemplada de inicio a hacer lo que se había propuesto dada la emergencia que lo trajo. Algunos esperaban anuncios concretos y espectaculares sin caer en la cuenta que el mensaje era en sí la visita y el tono cordial y cercano de la misma con su homólogo mexicano. Digámoslo como es, aunque eso no pueda ser aceptado por ninguno de los gobiernos en virtud de la diplomacia, las susceptibilidades y el interés político de no proclamar la debilidad de un aliado: Obama vino a apuntalar a un gobierno en problemas.

Hay de pronto un olvido de que el vuelco de la administración Obama hacia México esta presidido de la atención en aquel país a los problemas de seguridad de nuestra nación, a la magnitud de los problemas que han rebasado por mucho la capacidad de las autoridades para hacerle frente, a la penetración del crimen organizado en las más altas esferas del poder público mexicano, al control del narco en zonas enteras y a los focos rojos encendidos sobre la gobernabilidad del país. Recordemos que en informes oficiales de dependencias militares y de seguridad norteamericana se consignó el riesgo de que México se tornara un “Estado fallido” y los medios impresos y electrónicos norteamericanos se han ocupado como nunca de la difícil situación al sur de su frontera, lo que, como todos sabemos, es considerado como algo propio de su política interna y asunto de seguridad nacional. El asunto es muy serio y la administración Obama lo tomó como tal, lo cual resulta irreprochable.

Coadyuvar a que no se desestabilice el país, siempre que eso no signifique intromisión indebida en la política interna, es un objetivo estratégico correcto y México debiera aprovechar esa situación. Darle un giro a la relación con Estados Unidos en donde se asuma la corresponsabilidad en el fenómeno de la inseguridad vinculada al narco, pero también para que la asociación económica se de con otras bases que propicien mayor y creciente equidad entre los socios debiera ponerse sobre la mesa. Es sin duda una necesidad de Estado.

Sin embargo, me preocuparía que Felipe Calderón viera en todo esto una oportunidad no de fortalecer al Estado mexicano sino a la opción política que representa y busque hacer de la guerra contra los cárteles una estrategia de control político y proyección mediática dentro de un populismo de derecha que ofrezca la mano dura a una sociedad que vive en la permanente zozobra, tal y como sucede en Colombia, el país que desde el principio se planteó como modelo el mandatario mexicano. El peligro es que no se busque terminar con la guerra contra el crimen sino sólo controlar algunas de sus consecuencias más funestas.

En ese sentido, la permanencia de la guerra contra los cárteles, y por lo tanto la prolongación de su estela de violencia y muerte, podrían ser parte de la legitimación social de un régimen que se basa en su combate, ya que éste se presentaría como un asunto no sólo de emergencia política sino basado en una moral que pretende ser incuestionable por el riesgo de que el crítico se muestre como anticlimático en un ambiente permanentemente exaltado.

Sin legalización la guerra contra las drogas será eterna. Lo bueno es que se está abriendo paso la sensatez y cada vez hay más voces que se hacen escuchar para denunciar la trágica estupidez de condenar a un pueblo a seguir pagando tan altos costos por la misión imposible de acabar con el mejor negocio del mundo con medidas punitivas.

Obama es el personaje político del momento y hace bien en querer aprovechar esa situación para darle un nuevo rostro a Estados Unidos en el mundo. Iniciar una relación política, más pragmática y menos ideologizada, más amigable y menos amenazante, los beneficia a ellos, pero también a nosotros. Ya era hora de que revisaran la tesis de hace quinientos años de Maquiavelo en la que afirma que es preferible ser temido que querido y que por cierto la hizo pensando en la creación de un eventual Estado Italiano que no existía y que se debía abrir paso en medio de potencias que la asediaban y estaban metidas hasta la cocina de aquella península, y sin tomar en cuenta la posibilidad de que en su contra se reclutaran terroristas suicidas.

La cubanización de la Quinta Cumbre de las Américas no fue un hecho fortuito o un tema improvisado. Desde hace tiempo se viene preparando mediante los canales discretos de la diplomacia un giro a ese respecto y es de sentido común lo que Hillary Clinton y Barack Obama aceptaron públicamente: el fracaso de la política norteamericana respecto a Cuba. Por supuesto que no debieron tardarse cincuenta años en darse cuenta, pero el momento para asumirlo parece inmejorable ahora que el dueto Obama-Clinton están conmocionando al planeta por mostrarse convencidos de la necesidad de cambiarle el rostro al imperio, dando señales de que quieren transitar por la ruta del multilateralismo y priorizando el entendimiento sobre la fuerza.

Ya vendrá el momento de que las buenas intenciones y la autocrítica histórica rindan frutos concretos. Por lo pronto Obama vino a America Latina a hacer campaña, constatar su popularidad y tomar nota de que su sencillez y elocuencia sirven para lo mismo que en su país: para convencer y magnetizar.

De paso…

¿AMLO chamaqueado?. El PT no registró candidato a gobernador en Nuevo León y sus bases votarán por el candidato del PRI, de tal suerte que le aplicaron a López Obrador la consabida formula virreinal de “acátese, pero no se cumpla” respecto a su instrucción de no hacer alianzas con ese partido. Ahora que resulta difícil suponer que Alberto Anaya pensara que lo iba a poder engañar con una jugada tan burda y evidente. ¿Qué va a ser AMLO al respecto? ¿Volverá a amenazar al PT? ¿Presionará para que dicho partido apoye a la abanderada del PRD? ¿Fingirá demencia? ¿Será que ese crítico moral de la clase política gusta de la simulación?... Los abucheos del porrismo obradorista contra Jesús Ortega por supuesto que fueron planeados, aunque no faltará algún cínico que quiera justificarlos con la absurda cantaleta de la “espontánea indignación de las bases”. No es necesario que la orden la dé directamente AMLO. Los que la llevaron a cabo saben perfectamente que ese tipo de acciones le encantan al político tabasqueño y esperan que ese trabajo sucio les sea reconocido por su líder… Jesús Ortega ha hecho todo por la unidad. Llevó al primer lugar de la lista a Alejandro Encinas, le ofrece dar el discurso a nombre de los diputados plurinominales, evita confrontarse con Marcelo Ebrard a pesar de su grosera intervención a favor de los candidatos bejaranistas en la elección interna, asume como propios a los diputados externos y hasta rehúsa la invitación de ir a la cena con Obama para que Andrés Manuel no lo acuse de haber respirado el mismo aire que el “espurio”, pero no hay la más mínima reciprocidad del verdadero dirigente de ese bloque. Desde los tiempos del CGH aprendí que no hay cosa más innecesaria y contraproducente que hacerle concesiones al atraso… El asesinato de Beatriz López Leyva debe aclararse a la brevedad y la PGR debe mostrar su disposición a investigar a las autoridades municipales y estatales…

miércoles, 8 de abril de 2009

IN MEMORIAM

Tuve el privilegio de tratar personalmente a Beatriz López Leyva en el tiempo que fungí como delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRD en Oaxaca. Si bien la conocía desde antes, pues llegamos a coincidir en diversos actos partidarios, fue hasta el 2007 que mantuve con ella comunicación constante durante todo el proceso constitucional, desde la selección de candidatos hasta la consumación de la elección de Estado con la que el partido oficial se hizo del control absoluto del Congreso Local.

Mujer de gran tesón y convicción, la vi en todo momento ocupando la primera trinchera en la batalla que libraba. Siempre leal con su partido, el PRD, con su grupo, el de Salomón Jara, y con su líder, Andrés Manuel López Obrador. Nunca se dejaba ni se callaba. Defendía con todo lo que consideraba justo, denunciaba las arbitrariedades, prevenía los golpes bajos y se fajaba como las grandes. A lado de la maestra Delfina Cruz, valiosa líder de la Costa, la observé dando batallas memorables, primero para ganar la candidatura a diputada local por el distrito de Pinotepa y luego enfrentando a la maquinaria prepotente, adinerada, violenta, tramposa e impune del candidato del gobierno estatal. Ni yo, ni nadie, la vio dando un paso atrás. Valiente y comprometida; así la recuerdo y la recordaré.

Uno mi voz a las de muchos más que de dentro y fuera de Oaxaca reclaman justicia y rechazan que el asesinato de Beatriz quede, como ya es costumbre, en la vil impunidad o que busquen chivos expiatorios para taparle el ojo al macho. Por supuesto, no puede ser la procuraduría estatal la que investigue los hechos, pues no hay ni puede haber confianza en su actuación. Además, ¿cómo va a poder investigarse así misma, al gobierno al que sirve y a los dirigentes de la costa del partido del gobernador?

Los principales sospechosos están entre los que Beatriz siempre combatió. Este crimen se suma a otros que también acabaron con la vida de militantes y dirigentes valiosos del PRD y de otras agrupaciones que recuerdan los peores tiempos del caciquismo en el estado. Ulises Ruiz es la mejor muestra de la involución política del país.

Lo único sano ante lo acontecido es que el gobierno del estado y su procuraduría se hagan a un lado y se conforme una fiscalía especial presidida por un jurista de renombre y calidad moral. Proceder de otra manera será la confirmación de que estamos ante un crimen de Estado.

En épocas electorales abundan las mezquindades y los cálculos facciosos. Espero que la oposición sepa hacer a un lado las disputas pequeñas y se unan para clamar justicia y terminar con el ambiente de intimidación política e impunidad que se vive. Que este hecho lamentable y atroz sirva para hacer un gran frente que se planteé terminar de una vez por todas con el estado de excepción que en los hechos sufre Oaxaca y se respeten los derechos políticos, sociales y humanos de todos sus habitantes.

Las luchas de tantas generaciones de oaxaqueños por la justicia, libertad, democracia y dignidad de este pueblo plural y de enormes raíces históricas y culturales no pueden ser en vano. Esta vez, La indignación ante el artero crimen no puede tornarse en impotencia. ¡Que los verdaderos asesinos, sus autores materiales e intelectuales, sean atrapados y juzgados! Y que, en cualquier caso, Beatriz descanse en paz.

lunes, 6 de abril de 2009

EL VASCO AGUIRRE AL RESCATE II

Fernando Belaunzarán


Ocho años después la historia se repite. Señal de que los que deciden en el futbol mexicano no aprendieron las lecciones. Tras la sufrida clasificación al Mundial Japón-Corea del 2002 se habló de la necesidad de terminar con improvisaciones, ocurrencias y caprichos; que a partir de ese momento predominaría la planeación, la continuidad, el trabajo sistemático desde las categorías menores, y que el trabajo de selección nacional tendría prioridad, de tal suerte que el torneo local lejos de interferir coadyuvaría en todo para cumplir con los requerimientos y las necesidades del seleccionado. Sin embargo, después de tener sólo un técnico por cuatro años que pudo culminar el proceso con un papel decoroso –bueno, pero no excepcional- en el último Mundial, se acaba de contratar al tercer entrenador de la presente etapa, en un contexto de fracaso tras fracaso en todas las categorías. Por eso, aunque nadie dude de la capacidad de El Vasco Aguirre y, dadas las condiciones, su llegada se considere como una medida acertada, lo cierto es que ha quedado en evidencia la errática conducción de la selección que, esperemos, no se convierta en tragedia.

Regresa Javier Aguirre con la misión de repetir la proeza de calificar a México al Mundial. Es verdad que ahora la situación está menos comprometida que en aquella ocasión, pues aún faltan siente juegos -21 puntos posibles- y existe la enorme ventaja de que pasan tres de seis, pero después de las desastrosas actuaciones que ha tenido el equipo mexicano en Estados Unidos y Honduras nadie debiera confiarse. Y es que no sólo es lo mal que se han visto jugadores triunfadores en Europa como Rafael Marquez, Carlos Salcido, Pavel Pardo, Ricardo Osaorio –Andrés Guardado es la excepción- y no digamos a los que todavía les falta por madurar allá como Giovanni do Santos y Carlos Vela, o que los naturalizados no hayan dado lo que se espera de ellos, al igual que los que muestran semana a semana su calidad en el torneo local, o que se note la falta de idea futbolística, no predomine el juego de conjunto y sea casi nula la capacidad para generar peligro en la meta contraria sino que también es evidente, por más que el nacionalismo demagógico lo niegue y sea políticamente incorrecto aceptarlo, que las distancias se han acortado y que se puede perder con cualquiera del área, sobre todo de visitante.

Claro, no se entiende cómo es posible que jugadores experimentados que están acostumbrados a jugar en estadios hostiles con decenas de miles de fanáticos en su contra bajen tanto de nivel y les haga de esa manera mella la presión en cancha ajena. No puede ser que sólo en el Estadio Azteca puedan rendir como saben hacerlo. Sin duda que el aspecto psicológico debe trabajarse para que se desenvuelvan con confianza y no parezca que los que jugaron el miércoles en Honduras son impostores de los que dieron un baile a Costa Rica apenas cuatro días antes.

La impunidad que priva en el país se traslada al futbol. A los directivos, que son los verdaderos responsables, no les pasará nada. Como si México fuera uno de esos países del Golfo Pérsico que acaban de descubrir el futbol y no saben en qué gastar sus petrodólares, decidieron traer a un técnico de mucho renombre y cartel, pero que no conocía el medio, ni a los jugadores, ¡vaya!, ni el idioma. Actuaron como jeques caprichosos a los que ninguna extravagancia les parece excesiva e inaccesible. Parece que Sven-Goran Eriksson puso empeño, conocimiento y capacidad, que sin duda tiene, pero al final de cuentas fue un experimento innecesario que merecía terminar como terminó. Por querer verse cosmopolitas, los directivos actuaron como nuevos ricos, incapaces de reconocer lo que tienen en casa y sin percatarse de que se dirigían derechito a cometer los mismos viejos errores. Nada más tenían que voltear al equipo América para darse cuenta de que el tamaño de la cartera no es garantía de éxito, que las contrataciones espectaculares si no hay una idea rectora y sistémica en la que encajen es puro derroche. Lo grave no sólo es el derroche en millones de dólares que resulta insultante para un país con tantas desigualdades en tiempos de crisis sino la inconsistencia, el empezar siempre de cero, el tirar al niño con el agua sucia, la falta absoluta de visión estratégica, el perder lo que se ha logrado al día siguiente. En 2005 fuimos campeones mundiales sub 17 y ¿qué quedó? Está visto, los directivos son los únicos que tienen el derecho a equivocarse.

Eso sí, con el agua en el cuello decidieron bien. Javier Aguirre, no obstante su reciente tropiezo en España, después de mantener en primera al Osasuna, llevarlo por primera vez en su historia a un campeonato europeo y regresar al Atlético de Madrid a la Liga de Campeones de Europa, es un muy buen entrenador que ya demostró que puede hacerlo bien en circunstancias apremiantes. Además, hizo una excelente primera ronda en el Mundial Corea-Japón 2002 -dos victorias y un empate-, consiguiendo el primer lugar de grupo. En aquella ocasión México dio un partido excepcional contra Italia, el cual mereció ganar. Jared Borgetti anotó un poema de gol, extraordinario remate de cabeza hacia atrás frente a la marca estrecha del crack italiano y símbolo del Milán, Paolo Maldini. Por desgracia, faltando cinco minutos para el final del partido, el popular jugador de la Juventud de Turín, Alessandro Del Piero, consiguió el inmerecido empate. Claro, peor que eso fue que la selección pasó de lo sublime a lo ridículo y perdió jugando pésimo con quien no se podía perder: Estados Unidos. Malos recuerdos. Menos mal que el futbol da revanchas y ojalá El Vasco consiga la suya para beneplácito de los mexicanos.


De paso…

Almaraz. Nada muestra mejor la enfermedad del sistema político mexicano que el exceso, que el predominio de la desmesura. Hay una sed inagotable y enferma de escándalo, de deseo de utilizarlo sin ningún escrúpulo ni miramiento, buscando obtener ventajas o saldar cuentas pendientes. Con ello se reitera en la sociedad la convicción de que la política es el imperio de la corrupción y la desvergüenza. Indolencia ante la enfermedad, autismo de los que se pelean por un cuarto sin caer en cuenta que la casa está a punto de derrumbarse. Poner las cosas en su justa dimensión parece imposible. En la guerra todo y todos se tornan instrumentos de los contendientes. La luz es el escenario controlado desde las sombras. Un dirigente político que es acusado de cometer delitos debe ser procesado de acuerdo a derecho y recibir la sentencia que merezca y punto, tal y como debe suceder con empresarios, profesionistas, deportistas, comerciantes, periodistas, pilotos, sacerdotes, militares, choferes, desempleados, amas de casa, banqueros, etc. No debe haber impunidad para nadie, pero tampoco debe darse uso político y faccioso a la procuración de justicia. El manejo que se está haciendo de este tipo de asuntos es claramente electoral y quienes lo llevan a cabo no caen en cuenta de que, al margen de las ventajas que obtenga el partido en el gobierno en las urnas, este manejo político está prefigurando las batallas que vendrán en un contexto de gran incertidumbre política, económica y social en el país. Por ganar el 5 de julio se olvidan de los tres años que vendrán después. Esa apuesta por la ingobernabilidad es la peor de las irresponsabilidades. Miguel Ángel Almaraz debe responder a las acusaciones que se le hacen y la autoridad debe acreditar no sólo lo del robo de combustible sino también lo de la vinculación con los Zetas que filtró a los medios, pero que hasta el momento no ha proporcionado prueba alguna y que sin embargo sirvió para hacer más estridente el golpe mediático. Tengo la impresión de que se trata de un hecho lamentable que involucra a un dirigente político del PRD y que ese sólo hecho obliga a este partido a revisar sus mecanismos de control, incluso si llegara a salir exonerado; pero también tengo la impresión de que se le subieron el tono al asunto y se administraron los tiempos para cuasar mayor daño y que sólo están preparando el terreno para presas más grandes. La utilización político-electoral de la lucha contra el narco va a terminar sacrificando lo que debe ser una política de Estado que unifique al país y, por el contrario, la volverá un elemento que enrarezca aún más el clima político. Almaraz era miembro de Nueva Izquierda y, por supuesto, lo acontecido obliga a sus miembros a hacer una reflexión y revisar sus mecanismos de control; sin embargo, como fue presidente del partido en Tamaulipas el tema sobrepasa a una corriente y es de todo el PRD, por lo que institucionalmente, en su momento, debe discutirse el asunto para que se tomen medidas que eviten, en la medida de lo posible, que el asunto se repita… Leonel Cota fue un buen gobernador de Baja California Sur. Como presidente del PRD es difícil decir lo mismo. Primero porque no conocía al partido cuando llegó –tampoco cuando se fue, nunca le interesó-; segundo porque no se hallaba en un espacio en el que se está obligado a escuchar, dialogar, hacer negociaciones multilaterales, tener paciencia, acercar posiciones y acordar en medio de un jaloneo permanente cuando él estaba acostumbrado a mandar y ser obedecido; y tercero porque en todo momento creyó que su función era ser operador de quien lo puso en el cargo, es decir, de Andrés Manuel López Obrador, al que siempre le fue leal, incluso cuando lo maltrató al imponer a Porfirio Muñoz Ledo al frente del FAP haciéndolo aún lado de manera grosera y humillante. En el Comité Ejecutivo Nacional, bronco e intempestivo, estallaba de cuando en cuando y se ponía colorado como jitomate para intercambiar acusaciones a gritos, pero hay que reconocerle que siempre fue institucional y aceptó las decisiones de la mayoría. Su política de comunicación fue desastrosa y el PRD pagó altos costos por la manga ancha que le otorgó al antihéroe Noroña que cada vez que salía a escena reducía puntos porcentuales al partido y aumentaba el rechazo entre los ciudadanos. En cambio la parte administrativa fue buena y se pudo hacer frente de manera eficiente y responsable a la deuda sin sacrificar el trabajo político. Si se equivocó al nombrar a Noroña acertó sin duda al poner a José Borges al frente de las finanzas. Fue más bien un presidente ausente que le gustaba desentenderse de los asuntos partidarios, que le parecían tediosos, y refugiarse en su rancho a la menor oportunidad. Llegó a pensar genuinamente que él podía ser el fiel de la balanza entre las corrientes y convertirse en factor de unidad. Al final de su mandato sirvió a la política golpista del obradorismo que pretendió imponer presidente, evitando el cómputo y tratando de que la elección se decidiera ante el oráculo de unas encuestas con datos inventados. Nunca mostró si quiera un atisbo de independencia frente a AMLO, aunque después de terminar reconoció en una entrevista que éste cometió graves errores en el 2006, principalmente hacer a un lado al partido en la estructura electoral y cerrar las puertas a alianzas importantes. Con la intención de ayudar a su hermana, presidenta municipal de la Paz, a ganar la gubernatura de su estado en un par de años quiso ser diputado federal por mayoría, pero en un acuerdo local con anuencia de la dirección nacional se le canalizó a la lista plurinominal. En razón de que se encarecieron los espacios, que no es miembro orgánico de ninguna de las corrientes fuertes, que no genera consenso y que no se le considera un político excepcional no le fue posible encabezar la lista de la circunscripción uno. Decidió rechazar el numero tres que se le propuso -el dos tenía que ser mujer. Sumido en cólera, hablando por la herida, despotricó a su estilo y cuando surgió la detención de Almaraz quiso cobrarse de manera irresponsable, ruin y visceral –se anoroñó, pues-- lo que considera una afrenta en su contra sin caer en la cuenta de que terminó escupiendo al cielo. Fuera de toda ecuanimidad señaló a Jesús Ortega y Jesús Zambrano de proteger al ex presidente del PRD en Tamaulipas porque, dijo, las acusaciones que se le hacen ahora eran “vox populi” y, según dice, quiso separarlo del partido, pero los chuchos no lo dejaron por ser de su corriente. Alegó que puso el tema en el Comité Ejecutivo Nacional –yo no me acuerdo-, que estuvo con Zambrano en un Consejo Estatal inexistente, y también que hizo consultas a las procuradurías, estatal y general de la república, pero que éstas no confirmaron las versiones. Dejando a un lado la contradicción de que quiso actuar contra Almaraz, pero que las instituciones a las que acudió no le dieron elementos para ello, Cota no cayó en cuenta de que al afirmar que él tenía por buenos los señalamientos que contra el dirigente tamaulipeco se hacían cuando presidió el partido, dejó al descubierto, en el mejor de los casos, también su negligencia y omisión, pues algo tan grave lo obligaba a actuar más allá de comentarlo, si es que en verdad lo hizo, en la dirección nacional y cerrar el expediente. Fue una confesión de inutilidad inconcebible. Y además, resulta de pésimo gusto que alguien que dirigió al partido se preste a golpearlo y todo porque no quedó en una lista. Por lo visto, perder una pluri puede llevar también a perder la razón… Vino Eduardo Galeano, el de la prosa, intensa, incisiva, elocuente, prometeica, contundente. El mismo que cuando habla de política, de historia o de futbol, convence y conmueve. El intelectual comprometido que deja el cerebro y el corazón en cada una de sus líneas, que junto a la penetrante lucidez hace sentir su pasión, anhelos, sueños, dolores, cargas, cuentas pendientes. El que ha hecho de su vida palpitante una intensa lucha por la justicia, libertad, democracia y dignidad de los pueblos latinoamericanos. Cuéntenme entre sus lectores y, por supuesto, entre sus deudores…

miércoles, 1 de abril de 2009

OBAMA, ELLIOT NESS Y LA NUEVA RELACIÓN

Se está dando un viraje radical en la política de Estados Unidos hacia México, el cual no se explica por el cambio en la administración norteamericana -aunque éste sea un elemento relevante- sino por la grave situación por la que atraviesa, según lo perciben en los centros neurálgicos de aquel país, nuestra nación y cuya manifestación más elocuente es la violencia incontenible del narco.

México no fue tema relevante en la contienda por la presidencia de Estados Unidos, ni para los demócratas ni para los republicanos, ni tampoco figuraba dentro de las prioridades en la agenda del que resultó electo. Barack Obama encendió la esperanza dentro y fuera de Estados Unidos por su compromiso contra los privilegios, por su electrizante retórica a favor del cambio, por su capacidad de incluir y unificar, de volver a hacer creer a una sociedad escéptica, de cambiarle la cara prepotente al imperio y de ser en sí mismo un prueba de integración y promesa de justicia histórica para las minorías. Irak y Afganistán fueron, en todo caso, los puntos de referencia del debate sobre política exterior durante la campaña y la transición, pero incluso éstos fueron minimizados ante la creciente gravedad de la crisis económica que impuso la primacía de los asuntos domésticos. En ese sentido, México es hoy, para el gobierno de Obama, una emergencia.

Los focos de alerta en Estado Unidos se encendieron desde el año pasado, pero no fue hasta hace muy poco que esos dominaron la visión oficial. Es verdad que la preocupación de algunos funcionarios por no herir susceptibilidades en México y la indolencia de otros a ese respecto han producido mensajes equívocos, contradictorios y confusos –lo que demuestra también que se trata de un tema que no tenían contemplado-, pero los hechos de las últimas semanas no dejan lugar a dudas sobre la relevancia que el problema de la inseguridad y violencia vinculadas al narcotráfico han adquirido en la administración Obama. Recordemos los informes del Pentágono y del ex Zar Antidrogas Barry Mc. Caffrey que hablaban del riesgo inminente de que el Estado mexicano se tornara fallido y más recientemente la declaración de Dennis Blair, Director General de Inteligencia, que apuntaba que la violencia y el poder corruptor del narco tenían partes del territorio nacional sin ley ni gobierno.

No necesitan decirlo o reiterarlo –conforme pase el tiempo el gobierno de Obama unificará el discurso en concordancia con el de Calderón-, es obvio que la posibilidad de un colapso político –llámese Estado fallido, ingobernabilidad o crisis institucional- ante la imposibilidad de contener al poder corruptor y de fuego del narco, la extensión indiscriminada de la violencia, la profundidad todavía incierta de la crisis económica, el desgaste de la incipiente democracia mexicana y el desprestigio de la clase política en su conjunto, modificó el cuadro de las prioridades norteamericanas, pues lo último que quisieran es el estallido de un conflicto social y político al sur de su frontera. Ya tienen demasiados problemas como para quedarse mirando como se incendia la casa del vecino.

Muestras de la nueva relación con México abundan. No es casual que en menos de un mes tengamos la visita de altos funcionarios norteamericanos, como son, la brillante Secretaria de Estado, Hillary Clinton, Eric Holder, Secretario de Justicia, Janet Napolitano, Secretaria de Seguridad Nacional, y el propio Presidente Barack Obama. Pero además, el mensaje es novedoso. Como nunca, el gobierno norteamericano expresa la corresponsabilidad con el problema. La Canciller lo dijo claramente: “se trata de una avenida que corre en ambos sentidos”.

Por fortuna –aunque eso le genere decepción al gobierno panista- dicha corresponsabilidad no parece significar la aplicación de algún sucedáneo del Plan Colombia. El mismo Obama nos da algunas claves en su muy comentada entrevista del domingo 29 de marzo para la cadena CBS. El mandatario norteamericano entiende, y lo dice con todas sus letras, que su país tiene que disminuir la demanda de drogas y detener el paso de armas y dinero al crimen organizado en México. Pero, y esto es fundamental, parece que no piensa que la solución de fondo al problema sea militar o siquiera policiaco, a pesar de que resulte ineludible y a todas luces necesario vigilar con mayor rigor la frontera.

Al comparar a Felipe Calderón con Elliot Ness, Obama no sólo dijo lo que él considera un cumplido para su contraparte mexicana sino que expresó su visión del problema. Y es que el la analogía no se detuvo en el personaje que se hizo serie de televisión junto con el grupo de policías que conformó, conocidos como Los Intocables, para hacer patente su reconocimiento a la decisión y valentía del gobierno mexicano para enfrentar al narco. El Presidente norteamericano también aludió a que las bandas de narcotraficantes estaban “fuera de control”, tal y como sucedía con las de los legendarios gangsters, y que al enfrentarlas, así como lo hizo aquel policía de Chicago, “ha provocado más violencia”, de la misma manera que aconteció en esas épocas. Pocos dudan de que la guerra contra el alcohol, como se libró en Estados Unidos durante la tercera década del siglo pasado, fue inútil, dolorosa y contraproducente y que resultó correcto acabar con La Prohibición. Por eso sus palabras ponen en la mesa una eventual despenalización o legalización de algunas drogas como forma para golpear al negocio y apostar más a la educación y la prevención que a la política punitiva para atender a las adicciones.

Hay trece estados de la Unión Americana en los que está permitido sembrar, distribuir y vender marihuana con receta médica y, a diferencia de Bush, todo indica que Obama no va a hacer nada para tratar de revertir esa situación. La corresponsabilidad, por tanto, no significa que llevará dentro de su país la misma guerra que se libra en México sino que peleará de otra manera, menos traumática y más inteligente. Esto debiera llevar a su vez al gobierno mexicano a replantear la estrategia de combate en nuestro país, a pesar de que eso signifique modificar la estrategia de campaña electoral del PAN.

Elliot Ness encerró a Al Capone, pero perdió la guerra. Y eso fue así no porque la haya peleado mal sino porque no se podía ganar. Lo mismo sucede ahora. El problema es, antes que policiaco, educativo y cultural. Y es que sólo en esos ámbitos se puede enfrentar con éxito la demanda de drogas. No se necesita saber mucha teoría económica o dominar los principios del capitalismo para caer en cuenta que mientras haya demanda habrá negocio, y si hay negocio siempre encontrará los caminos para prevalecer. Pero lo que urge ahora, como urgía en Estados Unidos de fines de los años 20 del siglo anterior es detener la espiral de crimen y violencia que amenaza la convivencia social y la viabilidad misma del Estado mexicano.

Por último y en virtud de que Barack Obama parece realmente comprometido con el cambio que prometió –para vergüenza de Fox- ojalá se aproveche esta coyuntura para que la nueva relación entre los dos países que se está dando se traduzca también en una nueva forma de asociación que favorezca la equidad entre los socios, tal y como sucede en la Comunidad Económica Europea. Y eso se puede hacer sin atentar contra la soberanía nacional.


De paso…

Andrés y Marcelo. Colmo la tradición de la distancia e incluso enfrentamiento entre antecesor y sucesor está muy arraigada en la cultura política nacional se insiste en creer que habrá confrontación entre López Obrador y Ebrard rumbo al 2012, no obstante en que todos concuerdan en que en esa lógica no hay nada más absurdo que la operación activa y financiera del GDF a favor de los candidatos obradoristas, particularmente los de René Bejarano, en la elección interna del 15 de marzo. Pero no sólo es eso. Marcelo es un caso anómalo desde el momento en que es el único político del país que se esfuerza por llamar la atención haciendo públicas sus aspiraciones presidenciales, a pesar de que está hecho con el mismo molde y materia que sus eventuales y más discretos competidores. Pero con ello le es funcional y sirve a la estrategia de AMLO que, por el contrario, se desgañita porque lo dejen de ver como candidato y se le considere un luchador social que no se muere por ser Presidente de la República -aunque eso nadie se lo crea. Su reiterado autodestape beneficia más al Peje que a él. Estamos ante un reflejo inverso. Mientras Andrés Manuel, una vez que tomó posesión de la jefatura de Gobierno, se dedicó a borrar todo vestigio que oliera a Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles que veía como posibles adversarios en el 2006 –aunque su triunfo apretado se lo debía en buena medida a ella que le implementó durante su campaña un sistema de gestión con el gobierno central idéntico al que Marcelo le puso en la elección interna a Clara Brugada- o bien, si quedara algún sobreviviente, como Cesar Buenrostro, dejarlo tan solo “como un poeta en el aeropuerto” (Sabina), al tiempo en que se movía de manera discreta, sin retos y sin aspavientos, negando en todo momento sus aspiraciones, “que me den por muerto”. En cambio, Marcelo dice y dice que ya llegará el momento, que él será “el mejor posicionado”, que ni crean que es un subordinado y, como dice la propaganda de mi partido, bla, bla, bla; mientras tanto, el obradorismo bejarantista se fortalece en las estructuras y en los cargos de elección popular gracias a la intervención del que dice que le va a competir la candidatura al ex jefe de Gobierno, eso sí, “sin distanciarse”… No sé por que me acordé de un cuento que habla de un mico que se entrenaba todos los días para enfrentar a León y destronarlo. Así que pasaban los diferentes animales y le preguntaban: –Changuito, qué estás haciendo. A lo que él respondía: –Haciendo ejercicio para partirle la madre al León y ser el nuevo Rey de la Selva. Así se lo dijo al Elefante, a la Jirafa, al Tigre, a la Cebra, entre muchos otros, por lo que no es extraño que la noticia le llegara al mismísimo León que decidió visitarlo y hacerle la misma pregunta: -Changuito, que estás haciendo. –Pos nada, aquí de pinche hocicón… Para los que dudan de la vena salinista de Marcelo Ebrard que vean como utiliza a medios y periodistas oficialistas para desinformar y denostar a los disidentes. Aunque dicho en su descargo, lo de las grabaciones que pretenden demostrar la contratación de supuestos golpeadores por parte de Nueva Izquierda el día de la elección es algo tan evidentemente fabricado, tan torpe, burdo, absurdo e inverosímil que únicamente pudo ser obra de José Ángel Ávila, Secretario de Gobierno del GDF. No de gratis se le conoce en la dirección nacional del PRD como “El Congruente”. Y es que no sólo tiene la cara… Por otra parte, tengo que reconocer que las playas chilangas en época de crisis son una buena opción para miles de capitalinos que no pueden salir por falta de recursos y una acción correcta del gobierno de Ebrard… Debiera llevar a reflexión a todos, pero en especial a los medios lo acontecido con Neri Castillo. Este futbolista que juega en el extranjero sin pena ni gloria y que ha tenido algunas buenas actuaciones con la selección mexicana, pero que está muy lejos de ser un crack, después de meter la pata y engancharse con los reporteros y que, por tal motivo, sufrir un linchamiento mediático de altas proporciones, fue aclamado por la casi totalidad de los más de cien mil espectadores que en el Estadio Azteca pedían que ingresara a jugar contra Costa Rica. Evidentemente no fue producto de un carisma que no tiene, ni tampoco que se extrañara su habilidad en un partido bien jugado por México, ni mucho menos que compartieran sus desplantes y arrogancia. Mi hipótesis es que fue una reacción al excesivo y desproporcionado ataque que sufrió por parte de los medios, fue un acto de solidaridad ante los que creen que pueden encumbrar o condenar a cualquiera. Sin duda la afición ahí reunida demostró no ser una masa manipulable… Jesús Ortega cumplió sus compromisos y fue fiel a su idea unitaria no obstante las dificultades. Con la fuerza de Nueva Izquierda no sólo concretó alianzas importantes y puso a personalidades en las listas de candidatos plurinominales sino que, en virtud de que en Izquierda Unida ningún grupo quiso “cargar” a Alejandro Encinas, le dio a su contendiente en las polarizadas elecciones pasadas el primer lugar de la circunscripción cuatro. No dudó en sacrificar a compañeros cercanos con tal de fortalecer la unidad y la propuesta del PRD. Espero que esa actitud encuentre reciprocidad… La insidia proveniente de las cañerías del GDF difundió la especie de un rompimiento entre Jesús Ortega y René Arce. Pero los hechos lo desmintieron. Víctor Hugo Círigo será diputado federal plurinominal por que contó con el apoyo de toda Nueva Izquierda…La idea de que no debe ser conocido el domicilio de los que combaten al crimen organizado porque se expone a ellos y a sus familia debe ser considerada y debatida con seriedad; sin embargo, nada justifica la detención por más de quince horas de reporteros que cumplían con su trabajo al ubicar la casa de Genaro García Luna cuyo origen lícito de los recursos para construirla ha sido puesto en duda por un medio de comunicación…


Nery. Casa de Genaro García Luna. Encinas.Cìrigo