Fernando Belaunzarán
Los ciudadanos nos sacarán de dudas el 5 de julio. Los que vayan a las urnas y los que no, los que voten una opción o los que anulen el voto con cualquiera de las modalidades que se promueven, no sólo definirán el mapa político con el que se caminará hacia la sucesión presidencial sino también la agenda que nos aguarda de cara a la peor crisis económica desde el fin de la Revolución Mexicana.
Lo que está en juego son, dentro de un margen acotado pero en algunos casos significativo, diversas correlaciones de fuerza entre los actores, las cuales se empezarán a sentir en cuanto acabe la elección. Más que sorpresas –que puede haberlas aunque no alterarán de manera significativa el panorama general- cabe esperar que, una vez que cada quien tome su posición en un escenario por demás complejo y volátil de acuerdo a lo que obtengan en el tablero, se recrudecerá la lucha por el poder dentro y fuera de los partidos, pues el hecho de que el barco vaya a pique no parece que vaya contener a ninguno de los que quisieran verse como próximos capitanes y saben que el tiempo apremia, sobre todo para los que están conscientes que tienen que remontar. (Mientras se mantenga el régimen presidencialista seguirán siendo traumáticos los procesos de sucesión y las confrontaciones, primero fraticidas y luego entre partidos, serán inescrupulosas, costosas y degradantes, tal y como las conocemos. Pero ese es tema para otro artículo).
En los próximos años el PRIAN sólo va a existir en los discursos de AMLO, pues el partido del viejo régimen, ahora que, según las encuestas, ve cercana la posibilidad de regresar a Los Pinos, va a buscar por un lado resaltar un perfil opositor ante los graves problemas del país y por el otro minar al principal activo electoral del PAN que es hoy Felipe Calderón. Esto significa que la relación entre poderes, Ejecutivo y Legislativo, será muy tirante y, por lo mismo, si ese partido en combinación con el Verde obtienen la mayoría absoluta del Congreso van a tratar de imponer condiciones y de tener en una mano al titular del Ejecutivo que seguirá en su papel de Rambo contra el narcotráfico.
Y es que terminando la fiesta electoral vendrá la cruda económica y Calderón tendrá que intensificar -¿más?- el clima bélico que exige cerrar filas con el jefe de Estado y así tratar de que su incapacidad para enfrentar la crisis desmerezca ante el “valiente héroe” que por fin se enfrentó al crimen, según nos lo recetan mañana, tarde y noche. Será muy difícil, por no decir imposible, que pueda construir mayorías legislativas a favor de sus planes económicos, ni siquiera en lo referente a la indispensable reforma fiscal que se requiere. Nadie va a querer compartir los costos de la crisis con él, por lo que es previsible que a su vez Calderón culpe al Congreso de no apoyarlo. Si hay un alto voto nulo, el titular del Ejecutivo seguramente tratará de aprovechar esa situación para convertirla en debilidad de los legisladores y así tener mejores condiciones para defenderse y doblegarlos.
En ese escenario, es muy posible que muchos de los promotores del voto nulo que planteaban esa medida como una sacudida al sistema para democratizarlo se den cuenta que resultó lo opuesto: el fortalecimiento del autoritarismo presidencial. Nada para extrañarse, pues el discurso antipolítico con que se alentó esa campaña suele legitimar la concentración del poder y su uso discrecional. El desprestigio de los políticos y fundamentalmente de los que conforman el Poder Legislativo es un germen de los regímenes autoritarios que descansan en la preeminencia de un solo líder y en la atmósfera de seguridad nacional que se ha creado por la mentada guerra que nadie descarte la implantación del Estado de excepción
En el caso de las gobernaturas en disputa, la expectación se ha concentrado básicamente en Sonora para saber si la indignación ciudadana contra el gobierno de Eduardo Bours por la tragedia de la guardería ABC va a alcanzar para que el PRI pierda ese estado. Pero sólo si fuera derrotado en Nuevo León, lo cual se ve remoto, ese partido tendría una merma importante.
La opción que puede romper el escenario bipartidista entre derechas en el 2012 es obviamente la izquierda, el PRD, que requiere de mantener su voto duro (entre el 16 y el 19%) para tener posibilidades de cumplir con la expectativa de construir un escenario favorable de aquí a tres años. Por supuesto, tiene el problema de sus divisiones internas que si bien no tardan en hacerse también notorias en el PRI y el PAN de cara al procesamiento de las candidaturas presidenciales, se vislumbra con mayor fuerza en el partido del sol azteca y no es para menos tras el anuncio obradorista de que vienen por la revancha una vez que pase la elección. En ese contexto será clave el resultado de Iztapalapa, pues por alguna extraña razón que más parece entripado, López Obrador estableció ahí el lugar en el que se juega el todo por el todo con la camisa del PT. Iztapalapa puede ser la tumba del Peje aunque, por supuesto, él está incapacitado genéticamente para aceptar cualquier derrota. Pero de cualquier manera quedará establecido el peso del PRD como partido y el de AMLO como personaje. En cualquier caso, López obrador trabajará con su fuerza para que en el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución se colapse el régimen y el pueblo lo vitoreé a él como salvador de México, tal como sucedía con Santana.
Faltando una semana, los partidos emergentes viven una situación diversa respecto a su registro. El Partido Verde contó con la bendición de las televisoras y no tiene mucho de qué preocuparse. El PT se montó sin recato sobre la figura de Andrés Manuel López Obrador y pudo aprovechar mejor la división interna perredista. El PANAL confía en las conocidas mañas de la estructura electoral del magisterio que controla su madrina, Elba Esther Gordillo. Al PSD le ha tocado remar a contracorriente después de su conocido conflicto interno, pero de manera valiente, colocando los puntos más controvertidos de su programa por delante y con el activismo intenso de sus dirigentes es posible que logren alcanzar el porcentaje deseado y eviten el exterminio al que personajes poderosos lo tienen condenado, lo cual enriquecería la democracia del país, pues son una izquierda con ideas que no se calla y que pudiera converger en el 2012 con la parte racional, razonable y mayoritaria del PRD. Y por último Convergencia que se encuentra en la tablita en virtud de que el desfonde tan anunciado del PRD no se produjo y sus socios del PT les comieron el mandado. El problema es que si ese partido pierde el registro capaz que Andrés Manuel López Obrador vuelve a cerrar Reforma demandando “voto por voto”, “casilla por casilla”. En la tragicomedia obradorista nada se puede dar por descontado. Y si no me creen, que se lo pregunten a “Juanito”.
De paso…
Golpe de Estado. Resulta inadmisible que sea derrocado un gobierno e impuesto otro por la acción del ejército. Por ello debe ser restituido inmediatamente en su cargo el presidente de Honduras, Manuel Zelaya. En América Latina no se puede abrir ni una rendija al regreso a la época en que gorilas armados asaltaban el poder con el respaldo de los Estados Unidos. Por eso hay que celebrar la inmediata y unánime condena de la OEA y, muy importante, de la administración de Barack Obama al golpe de Estado. El propio Obama ha confirmado que su país sólo reconoce al depuesto presidente, demostrando con ello que estamos efectivamente ante una nueva política hemisférica por parte de la superpotencia. Ahora bien, el regreso del presidente legítimo hondureño no significa que él esté en lo correcto al querer modificar la Constitución mediante un procedimiento no contemplado por ésta para poder reelegirse como gobernante. Me parece autoritario y contrario a la democracia que alguien desde el poder modifique las leyes para perpetuarse en el poder. Nadie puede legislar ni forzar que se legisle para su beneficio personal… El desplegado de Televisa sobre el libro de Genaro Villamil y la entrevista que Carmén Aristegui le concedió al autor es un hecho inédito que puede ser muy sano si sirve para promover un debate franco que aclare las cosas. Pero al margen de la corroboración de dichos y hechos que son importantes, es evidente que sí hay una cobertura televisiva desmedida de Enrique Peña Nieto que de ninguna manera puede ser fortuita, como tampoco lo es en el caso de otros gobernantes. En nuestra democracia existen numerosos factores que la distorsionan, pero uno de los más importantes sería que las televisoras se vuelven el gran elector del país. La promoción con artistas y los spots disfrazados de anuncios de revistas a favor del único Partido Verde en el mundo que defiende la pena de muerte y se opone a la despenalización del aborto es otra muestra de ello. Por supuesto que se tiene que aplicar la ley y refrendar el principio de equidad entre los contendientes, pero también se debe buscar una solución de fondo y eso pasa por acordar una buena Ley de Radio y Televisión que además de otorgar certeza jurídica a los actuales concesionarios para que tengan garantía de que no se les podrá sancionar por motivos políticos derivados del ejercicio de la libertad de expresión, asegure que la introducción de las nuevas tecnologías servirá para fomentar la competencia televisiva y se abra el paso a la participación de otras empresas en la televisión abierta, lo que es una necesidad apremiante de nuestra democracia… No cabe duda de que López Obrador revitalizó la picarezca política. Ahora ya es un secreto a voces el acuerdo Andrés-Marcelo para el 2012. Sí, Ebrard va como candidato y después de ganar va a renunciar para que la Cámara de Diputados nombre Presidente de la República a AMLO. Por eso es que andan diciendo: “no te la creas Marcelo”, “no es por ti”… Hay otras versiones que desmienten la anterior y que hablan de un tercero en discordia y que el que está aventajado para serlo es ni más ni menos que “Juanito” el de Iztapalapa, que por cierto anda muy contento porque dice que van a filmar una película de su vida. Lo que no dijo es si también la iba a dirigir Mandoki... Por cierto, la jihad pejista respondió muy agresiva a mi artículo anterior y me reclamaron que yo haya dicho que AMLO es uno de los capos de la mafia de la política. “¿Cómo que uno más?”, “Don Pejone, para que te lo sepas, es el Jefe de jefes (de Gobierno)”. De acuerdo, acepto la crítica constructiva… En lo que no me van a poder contradecir es en la confusión de héroes que tiene nuestro Presidente Legítimo. Se comparaba con Lázaro Cárdenas durante las discusiones de la reforma energética, pero eso de querer controlar tres partidos, obligar a un triste candidato a que renuncie si gana, comprometer al jefe de Gobierno a hacer la propuesta que él dice e indicarle al parlamento como votar es propio del máximato y sería mejor que se viera com Plutarco Elías Calles. Por otro lado, presume su juarismo, pero eso de andar de “salvador de la patria” queda mejor con Antonio López de Santana. Ilústralo Lorenzo… A Pablo Gómez ya se le olvidó que él impugnó en todas las instancias a Andrés Manuel López Obrador por no cumplir los requisitos de residencia en la Ciudad de México en el año 2000, a pesar de que en aquella ocasión la distancia en la elección interna entre los contendientes fue enorme y que no existieron las graves anomalías que se observaron en marzo de éste año en Iztapalapa. Ahora pide que de cualquier manera se le restituya la candidatura a Clara porque no está de acuerdo con que el TEPJF defina la candidatura, forma mañosa de decirlo porque lo único que hizo el órgano jurisdiccional fue quitar los votos tramposos de Brugada. Y después de que lleva más de una década cuestionando, en buena medida con razón, a las corrientes por su manejo corporativo de su miembros, ahora exige que Nueva Izquierda someta y obligue a una persona cuyo derecho político electoral es ser candidata a que renuncie y lo hace precisamente ahora que resultó perdedora alguien de su corriente. ¡Ah qué Pablo tan desmemoriado!… Felipe Calderón, además de aventarse sin pruebas a culpar a las drogas de la muerte de Michael Jackson, tuvo la puntada de decir que los jóvenes que no creen en Dios caen en la drogadicción. Después de decir tamaña barbaridad sólo le faltó santiguarse ante la efigie de Jesús Malverde. No les digo, en el 2009 comprendimos todos que el 2006 fue entre el malo, el más malo y el peor. El problema es identificar cuál es cuál… Se me fue el angelito que iluminó mi infancia. Descanse en paz Farraw Fawsett.
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