miércoles, 27 de febrero de 2008

CARTA PARA ENCINAS

27 de febrero de 2008


Lic. Alejandro Encinas Rodríguez
Candidato a la Presidencia Nacional del PRD


P r e s e n t e


Estimado Alejandro:


Te escribo porque, más allá de la coyuntura, siempre nos hemos entendido con razones y hablado con franqueza. Por ello, reiterando mis respetos y el reconocimiento que te guardo, permíteme expresarte, de manera directa y sin más preámbulos, una serie de preocupaciones sobre tu posición política actual. Como sabes, las agresiones perpetradas contra los coordinadores de nuestros grupos parlamentarios, Javier González Garza y Carlos Navarrete, son de la mayor gravedad y merecen ser enfrentadas sin ninguna ambigüedad por todos los actores del PRD, sin excepción, para evitar que la violencia tome carta de ciudadanía en la vida del partido. Reconozco y valoro que hayas condenado los hechos; pero ese gesto es, por tratarse de ti, absolutamente insuficiente.

No se puede pasar por alto que los agresores, según todas las crónicas, se refirieron explícita y ostentosamente a la contienda interna, a tal grado que coreaban consignas a tu favor mientras denostaban a otra de las opciones. Pero, más grave aún, lo acontecido es un síntoma, una manifestación más, del ambiente crispado y enrarecido por una campaña de odio claramente inducida por grupos y personas que te apoyan. Y en eso, aunque sea por ser permisivo y dejar hacer, tienes una responsabilidad ineludible.

En lugar de desautorizar a los que en tu nombre descalifican a los adversarios internos como “traidores”, “colaboracionistas”, “azules”, “que se dejan tocar la pierna”, has guardado un silencio cómplice, cuando no colaborado con adjetivos de tu propia cosecha que dan una idea igual o similar: “modosita”, “legitimadora”, “dócil”. Por cierto, palabras que, para los que te conocemos desde hace tiempo, nos parecen forzadas, totalmente ajenas a ti, impostadas. El Alejandro Encinas incluyente, promotor del diálogo respetuoso y los acuerdos posibles, ahora se ve eclipsado por otro que es candidato, y por tanto representante, de un bloque rabioso, intolerante, persecutor de herejes, profundamente atrasado y que tiende a la violencia. De poco sirve que tu discurso sea unitario si no pones orden en quienes te apoyan.

El punto es el siguiente: ¿Cuál es la responsabilidad del candidato respecto a lo que hacen sus seguidores? No pierdo de vista que, cuando uno está en campaña, se busca sumar y nadie puede tener garantía de la buena conducta de todos los que lo apoyan. Sin embargo, al presentarse hechos injustificables por parte de ellos, el candidato tiene la obligación de deslindarse; y eso es precisamente lo que tú no quisiste hacer por los hechos del domingo pasado, alegando que eso sería aceptar alguna responsabilidad, a pesar de que, como es del dominio público, la agresión la perpetraron encinistas confesos.

Por cierto, tampoco te has deslindado frente otros actos de intolerancia protagonizados, no por seguidores desconocidos sino por connotados promotores de tu candidatura, y que fueron generando el escenario que hizo posible lo ocurrido. Personajes como Gerardo Fernández Noroña, Dolores Padierna o Alejandra Barrales han podido hacer notoria y pública campaña a tu favor infundiendo odio y acusando a los que no están contigo de estar con la derecha sin que te hayas permitido corregirlos. Tampoco te ha merecido ningún comentario las amenazas e insultos en contra de dirigentes y legisladores del partido en el famoso Sendero del Peje, a pesar de que ahí anuncian tu propaganda y tienen un link de tu página en Internet.

Si todo lo anterior no basta para convencerte, déjame darte una razón más. Hay quienes han tenido el descaro de justificar las agresiones y que te son muy cercanos. La corriente Izquierda Social, encabezada por Martí Batres, manifestó en su comunicado del día 25 de febrero que los hechos son producto de una “irritación natural” contra aquellos que “han declinado la firmeza en los objetivos en busca de una conciliación con la derecha”. La crónica del mitin de la Torre de PEMEX escrita por Jaime Avilés, obradorista militante y elocuente promotor de tu candidatura, es una abierta y desmesurada apología de las agresiones (La Jornada, 25 de febrero de 2008).

Tienes que aceptar, Alejandro, que los hechos del domingo no fueron aislados ni fortuitos. Apenas la semana pasada, gente perfectamente identificada con el jefe Delegacional de Xochimilco, Uriel González Monzón, el cual apoya tu candidatura, agredió físicamente a la diputada Nancy Cárdenas frente a los medios de comunicación. Esto tiene que ver, insisto, con el clima de intolerancia que provoca la guerra sucia desatada contra tu principal adversario en la contienda. ¿No has visto las caricaturas de tufo estalinista que IDN está repartiendo casa por casa, que insisten en la teoría del “traidor” y que sólo les falta la leyenda “Jesús Ortega es un peligro para el PRD”?

En política no hay linchamientos espontáneos. ¿Te acuerdas de San Miguel Canoa, donde se envenenó a la gente de odio contra un “enemigo” ficticio y terminó en tragedia? Dirás que es exagerada la comparación, pero te adelanto que si no queremos que se llegue a extremos irreparables debemos detener ahora, con toda energía y sin ambages, la violencia, lo que sólo es posible si acabamos con la lógica perversa de persecución a los disidentes que están promoviendo, perdón por la insistencia, grupos que te apoyan. La historia demuestra que el odio puede volverse una inmensa bola de nieve y la violencia una espiral incontenible si se les deja crecer, si se sigue permitiendo que se incube el huevo de la serpiente.

Pero tenemos un problema. El grupo más estructurado de los que te apoyan y que, por cierto, es el más vehemente en la intolerancia, está dirigido por alguien que fue expulsado del partido y, por lo mismo, es más difícil llamarlo a cuentas –resulta totalmente vano que niegues el respaldo de René Bejarano, pues es tan sabido como el de López Obrador. Me pregunto, tú que has hecho tanto hincapié en acabar con la simulación, ¿qué planteas hacer frente al conocido dirigente que opera desde el closet, más ahora que se sabe que él está operando personalmente la distribución de las cartas firmadas por el ex candidato presidencial? Estoy enterado que, de lo que sí te has deslindado, es de la repartición de esas misivas, lo cual contradice a lo expresado y consignado en grabación por el propio protagonista de los video escándalos. De cualquier manera es insostenible, aunque exprese un dilema difícil de responder: ¿Qué es peor, que las cartas ilegales las distribuya Bejarano o que esa labor se haga con los recursos que la gente dona al gobierno legítimo para defender el petróleo?

Ahora bien, no rehuyo el núcleo argumentativo en el que se basan y tratan de “justificar” los ataques y las insidias, la guerra sucia, contra uno de los candidatos: es falso que “la izquierda que ve bien la derecha” sea la que dialoga, apuesta a transformar el país dentro de las instituciones y en el marco de la legalidad. Para la derecha, no hay mejor izquierda que la que pierde elecciones y, por tanto, la que se auto aísla, la que es incapaz de generar confianza en los distintos grupos sociales y construir mayorías.

Por lo anterior, me preocupan algunos de los “acuerdos” a mano alzada que se tomaron en la asamblea del domingo pasado. Si bien estoy a favor de medidas firmes y enérgicas para defender el petróleo, me parece que bloquear aeropuertos y tomar carreteras, lejos de hacer que mantengamos la simpatía contra las ansias privatizadoras y logremos conseguir más adeptos, seguramente nos confrontarán con amplios grupos de la población y servirán para propagar la leyenda negra que, desde el salinismo, se dirigió contra el PRD, señalándolo como violento, desdeñoso de la legalidad y desestabilizador. Deberíamos aprender de lo ocurrido con el cierre de Reforma que no pudo lograr que se realizara una medida a todas luces justa y democrática como el recuento de los votos y, en cambio, sólo sirvió para reducir el impresionante apoyo popular que en julio del 2006 tenía Andrés Manuel López Obrador. Te invito a que reflexionemos colectivamente cuáles serían las medidas más eficaces para lograr nuestro objetivo de impedir la privatización, pues falta que el PRD, como resultado de su resolución del Congreso Nacional de no subsumirse a los acuerdos de la Convención Nacional Democrática, tomé sus decisiones. Los que te conocemos sabemos que eres buen negociador, por lo que estoy seguro de que si hay voluntad podemos construir un plan de acción de consenso.

No busco minimizar las diferencias. Al contrario, como sé que son importantes y de fondo, considero que es fundamental que la elección de marzo nos salga muy bien y se diriman de manera democrática. Te invito a que apoyemos con todo al Comité Técnico Electoral para que puedan tener una labor exitosa y le demostremos al país que, contra los agoreros del desastre, salimos unidos de una contienda real e intensa. Y es que coincido plenamente contigo cuando dices que “sería un gravísimo, un error histórico, apostar al debilitamiento o a la división del PRD. El PRD es el patrimonio más importante que ha construido la izquierda partidaria en este país”. Entonces, Alejandro, actuemos en consecuencia, paremos la campaña de odio y apostemos a la decisión libre de los militantes.

Te hago un último comentario. De la disyuntiva ficticia de los “leales” frente a los “traidores” devino otra que sí es real. Las infamias, las persecuciones, los ataques viscerales y desmedidos abrieron pasó a una verdadera definición trascendente entre dos opciones antagónicas, la cual tiene que ver con la cultura, con las formas de convivencia entre lo diverso, con la congruencia. El PRD definirá el 16 de marzo entre la Tolerancia y la Intolerancia. Lamentó de verdad el capricho trágico de la insondable Historia que quiso que, en esta ocasión, no obstante tus convicciones, no obstante tus buenas intenciones –de las cuales no dudo- y no obstante tu trayectoria democrática, objetivamente trabajaras para lo que has combatido durante toda tu vida. Encinas contra Encinas. La ventaja es que si gana Jesús Ortega, también ganas tú.

Te mando un gran abrazo, no sin antes enviarte mis consideraciones y manifestarte mi sincero aprecio.



¡Democracia ya, patria para todos!




Fernando Belaunzarán
Secretario de Formación Política del CEN del PRD

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