jueves, 24 de marzo de 2011

ZAMBRANO, PADIERNA Y LAS ALIANZAS

Fernando Belaunzarán
Twitter: @ferbelaunzaran

El antecedente es referencia obligada. Hace tres años tuvieron que pasar ocho meses y una crisis traumática antes de tener certeza sobre la elección de los dirigentes del PRD. Ahora, en menos de 48 hrs. se obtuvo un resultado claro e incontrovertible y se evitó la tan anunciada ruptura. Por ello, a pesar del show mediático de una Secretaria General confrontada con el Presidente, la verdad es que los costos resultaron ser mucho menores de los que se pronosticaban y se salvó un evento ineludible que representaba inminentes peligros, los cuales fueron, al menos de momento, conjurados. Jesús Zambrano tendrá la responsabilidad de conducir las elecciones del 2012 y, antes de ella, comicios locales de gran trascendencia, entre ellos, por supuesto, los del Estado de México, entidad en la que la alianza con el PAN se convirtió, para Andrés Manuel López Obrador, en punto de definición de la candidatura presidencial de la izquierda, lo cual explica la beligerancia de Dolores Padierna para tratar de impedirla; algo que, por cierto, la rebasa y que, además, permite vislumbrar con claridad la quinta esencia del actuar obradorista: simulación.

No hay alianza que haya sido suscrita con el PAN y que no haya sido avalada con el voto favorable de Dolores Padierna –tanto Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Durango e Hidalgo en 2010, como Nayarit y Coahuila en 2011- lo cual no ha obstado para que ésta declare que la “línea política” del Congreso perredista de 2009 prohíbe las alianzas con el PAN, algo que podría tomarse como confesión de parte, pues si eso fuera cierto todas habrían sido ilegales, con independencia de que hayan sido aprobadas o no en el Consejo Nacional o en el Comité Político. Pero eso es falso. En dicho Congreso se acordó trasladar la discusión sobre su pertinencia, caso por caso, a los otros órganos de dirección y, por esa razón, fue votado por unanimidad. Así lo entendieron los medios en sus notas de aquel entonces y eso explica que el texto sea contradictorio e incluso esquizofrénico, pues el consenso se construyó pegando párrafos de documentos muy disímbolos.

Llama la atención que Andrés Manuel López Obrador, sin haber acudido al Congreso, haya repetido la especie de que en ese evento se prohibieron las alianzas y tomado la bandera de la legalidad para justificar su petición de “licencia”, no sólo porque, como vimos, no hay tal sino porque no hay nada más ilegal que haber apoyado candidatos de otros partidos. Pero la simulación es su escuela. Así como en el 2006 El Peje llamaba en las plazas al recuento “voto por voto y casilla por casilla”, pero en su recurso al TEPJF se le olvidó demandar la reapertura de más de 50 mil urnas, así también se opuso públicamente a la alianza en Oaxaca, pero la permitió y hasta dejó que el PT se incorporara. No es casualidad sino “modus operandi” que se explica por una forma de entender la política. Vemos como sigue persiguiendo herejes en el seno de la izquierda y denostando a los moderados al tiempo en que en sus reuniones con empresarios y en su “Proyecto alternativo de Nación” recién presentado se esmera en hacer gala de moderación. Su problema es que el doble discurso, más allá de su grey que lo sigue con devoción y sin distancia crítica, le resta credibilidad.

Jesús Zambrano tiene una tarea complicada, pues, por lo que se ve, todo el peso de la institucionalidad recaerá bajos sus hombros y tendrá frente así a una Secretaria General facciosa, muy preocupada por mandarle mensajes de incondicionalidad a AMLO a través de los medios. Por eso hizo muy bien Zambrano en comprometerse en ser imparcial en la elección del candidato del PRD en 2012 y llamar a la unidad con base en el diálogo y respeto a la legalidad y a las decisiones mayoritarias de los órganos de dirección. En ese sentido, sabe que el PRD está obligado a asumir los resultados de la consulta del domingo 27 de marzo en el Estado de México. Los mexiquenses en las urnas decidirán si en ese estado emblemático habrá alianza o no.

El nuevo presidente del PRD tiene mucha experiencia y tiene el carácter para no someterse a los poderes fácticos perredistas. Ese es un punto fundamental. La dirección real del partido no recayó en ninguna de sus fuertes figuras y eso ayudará a la democracia interna y a la necesaria y sana autonomía que permitan efectivamente no cargar los dados en la candidatura presidencial ni reproducir al priísmo en su interior. El colectivo no se sometió, en esta ocasión, a las voluntades supremas.

Es indudable que Zambrano hubiera logrado mayor gobernabilidad y un equipo más eficaz y constructivo si el Secretario General fuera Armando Ríos Pitter, figura fresca y dinámica que además le habría redituado al PRD en imagen y ayudado al necesario relevo generacional. Pero Marcelo Ebrard prefirió no tomar partido frente al obradorismo, lo cual si bien le ayuda a mantenerse como un factor de unidad, quizás luego se dé cuenta de que desperdició una importante posibilidad de darle un rumbo cierto al PRD alrededor de una estrategia que comparte con los llamados “chuchos” por posponer definiciones que más temprano que tarde deberá tomar. En efecto, acarició la idea de aprovechar la polarización para quedarse con la presidencia, pero eso no debe espantar a nadie; la política es también tratar de aprovechar las oportunidades aunque, en este caso, haya medido mal.

Pero frente a las simulaciones que se extienden, se cayó una. La solicitud de reafiliación de René Bejarano mostró a la luz del día lo que todos sabíamos y que él mismo confirmo: nunca se había ido. De hecho, nunca dejó de ser el operador más importante de AMLO en el PRD a pesar de que no estuviera formalmente inscrito. Eso se debió a que mantuvo su liderazgo al frente de la corriente Izquierda Democrática Nacional que sólo nominalmente dirige su esposa. Por cierto, la intención de Bejarano de ser de nuevo perredista debe pasar, tal y como lo marcan los Estatutos, por la decisión de los órganos de dirección nacional. Y no está demás recordar que el mismo Bejarano en un mitin, después de los triunfos aliancistas del 2010, anunció su apoyo a la alianza con el PAN en el Estado de México. Esa misma tarde, AMLO contesto desde una radiodifusora en Chiapas: eso sería “traición”. Así por las buenas, “el Profesor” rectificó de inmediato. Donde manda capitán…

4 comentarios:

Julio Zenón Flores Salgado dijo...

Bueno su análisis señor hereje, sólo en una parte no estoy de acuerdo: Si Zambrano hubiera llegado a la presidencia del PRD llevando como secretario general a mi paisano Armando Ríos Piter, eso hubiera representando una real división del partido y la consolidación de un parte "oficial" perredista, facciosa, es decir, sería un partido antilopezobradorista, al dejar fuera de una representación formal de alto nivel a éstos que tienen una importante representación real en el perredismo.
La fórmula más exitosa para un partido fuerte, aunque como en la dialéctica contingta en sí misma a la vida y la muerte, la unidad y lucha de contrarios, es la fórmula Zambrano Padierna, que fue la que ganó.
Que eso hará las cosas complicadas, sí, pero nadie dijo que luchar por y ganar el poder era cosa fácil, pero sí que requiere de un gran ejercicio de verdadera política, cosa que Zambrano conoce bastante bien.
La fórmula que hanó incluso me dio tanto gusto que hasta pienso en volver a afiliarme al PRD.
Sé que es dificil explicar, pero eso no hubiera ocurrido con Jesús Ortega, aunque ambos sean los jefes de "Los chuchos", porque ellos están juntos, pero no revueltos.
saludos.

Uriel dijo...

considero que Ebrard sepultó sus propias posibilidades de ser candidato por el PRD. Sí hubiera empujado a Ríos Piter como Secretario General del PRD habría ganado para si una posición valiosísima y habría obligado al ala lopista a hacer una clara definición: están dentro o fuera del PRD, dejándose ya de tantas amenazas de que se va, se va y se va... y no se han ido.
Al final el propio Ebrard sabe que esa facción no se la juega con él, lo contrario, le pone monolitos en el camino porque solo puede haber un "sol" que brille, y ese no puede ser otro más que el propio López.
Pero no. Prefirió dejar esa posición en manos del adversario y con ello mató sus propias aspiraciones, Padierna nunca se la jugará con Ebrard, al contrario; a no ser, claro, que le llegue al precio al bejaranismo y éste decida cambiar de bando sin que les importe recibir el epíteto de "traidores"

@1a1iux dijo...

1. Pobre J Zambrano, la Lolita lo va a traer a raya,..

2. Creo que la idea de postular a Ríos Piter sólo fue para restar algunos votos a los AMLOs, si es así, buena jugada de Ebrard.

3. De EdoMex, mi bolita de cristal me dice... PAN/PRD ya se la pelaron con la dichosa consulta, creo que los resultados no van a ser positivos, los que ellos esperan. Llorarán y se quejarán de "la mano negra" de Peña Nieto, pero acatarán los resultados. Se irán de momento cada cual con su candidato, perooooo.. dependiendo del mejor posicionado (PAN o PRD), el otro candidato tirará la toalla.

Richard dijo...

mas allá de la elección de dirigente estilo panista, y la posterior consulta aliancista, lo mas interesante es que van a hacer los chuchos ahora que AN lanzo un candidato de cepa pura para el EDOMEX, ¿se descararan decantándose por Bravo Mena, terminaran plegándose a la candidatura un perredista de toda la vida como Encinas o terciaran sacándose de la maga un candidato ciudadano?, apuesten...