Fernando Belaunzarán
twitter: @ferbelaunzaran
Andrés Manuel López Obrador acostumbra arriesgar, estirar la cuerda al máximo, moverse en el filo de navaja, doblar la apuesta, llevar todo al límite para que sea la otra parte la que ceda, a quien le pese la responsabilidad de evitar el cataclismo. Es verdad que al utilizarlos en exceso, esos recursos temerarios han perdido eficacia y AMLO se ha vuelto un político predecible y, por lo mismo, con sus posibilidades de atemorizar mermadas, lo cual es una tragedia para él ahora que ha decidido jugar al todo o nada y con una sola carta en las próximas elecciones del Estado de México.
Una preocupación que se tornó temor y que ahora ya es una pesadilla ha llevado a Andrés Manuel a cometer error tras error y, por lo mismo, como nunca antes, a amenazar con la inmolación apocalíptica que sepultaría a toda la izquierda… a menos, claro, que se le obedezca.
Los temores de AMLO surgen con las alianzas electorales entre el PRD y el PAN. Recordemos que éstas surgieron como una necesidad ante el fortalecimiento del PRI, no tanto por sus virtudes y aciertos, como por las fallas y deficiencias de los dos polos que se enfrentaron en el 2006 y de sus principales personajes: Calderón con la violencia fuera de control y Andrés Manuel haciendo de la oposición una guerra santa.
A pesar de constituirse tras un periodo de intenso enfrentamiento y en condiciones de mutua debilidad, las alianzas fueron un éxito y tuvieron buena respuesta de los ciudadanos que las vieron como una oportunidad para sacudirse cacicazgos estatales y una posibilidad de cambio. Pero las victorias de las alianzas, por una parte, y la ventaja clara en las encuestas del candidato más aventajado del PRI, Enrique Peña Nieto, le provocaron a López Obrador el miedo a que esa experiencia se reproduzca en el 2012 y quede desplazado en una contienda polarizada entre el hoy gobernador del Estado de México y el candidato aliancista que, en ningún caso, podría ser él -no cae en cuenta de que si algo fortalecería esa posibilidad es que rompa con su partido y haga un polo de izquierda testimonial con el PT y Convergencia
Si las elecciones de julio de este año no merecieron en AMLO un activismo para reventar las alianzas como que tiene ahora de cara a las mexiquenses –aunque sí promovió, discretamente, el esquirolaje en Puebla, Durango, Hidalgo y Sinaloa- e incluso permitió que el PT se uniera con el PAN en Oaxaca fue porque esperaba su derrota total; incluso vaticinó públicamente el “carro completo” del PRI (Milenio, 13 de junio del 2010). Contaba, pues, con el fracaso de los Chuchos para presentarse como redentor del PRD y recuperar el control de ese partido para garantizarse para sí la candidatura única de la izquierda. Sin embargo, las cosas se dieron de otra manera y las victorias aliancistas lo sacaron de quicio.
Era tal la confianza de AMLO en que el PRI arrasaría en 2010 y que las alianzas pasarían a mejor vida que en los días previos presentó su libro, “La mafia que se adueñó de México y el 2012”, con una tesis-consigna inequívoca de la cual hoy de seguro se arrepiente: “El principal riesgo del país es el regreso del PRI a Los Pinos, lo cual sólo es comparable con el retorno de Santa Anna al poder, años después de la invasión de Estados Unidos”. La verdad es que Jesús Ortega y Cesar Nava no lo hubieran podido decir mejor.
Utilizando a “los principios” como coartada, Andrés Manuel decidió lanzarse con todo para evitar la alianza PRD-PAN en las estelares elecciones del Estado de México, no obstante que con ello ayuda objetivamente a Enrique Peña Nieto en la carrera presidencial y al Grupo Atlacomulco, emblema del caciquismo corrupto, a seguir gobernando esa entidad. Resulta evidente que AMLO considera una amenaza mayor no ser candidato del PRD que la posibilidad de que el PRI-Santa Anna regrese a la Presidencia de la República.
En los hechos, López Obrador está tirando la toalla ante Peña Nieto en el 2012 y se está centrando en una lucha distinta aunque, ciertamente, con mayores posibilidades de triunfo. Me refiero a la búsqueda de la hegemonía en la izquierda política para prevalecer tras la coyuntura de las elecciones presidenciales y que pueda pensar en regresar en el 2018. Para ello requiere de 3 cosas: ser candidato presidencial para mantenerse como cabeza y símbolo “del movimiento”; tener una alfil en la Jefatura de gobierno del DF que lo respalde, sostenga y no le dispute la candidatura en seis años; y sacar a los Chuchos de la dirección del partido para acabar con las alianzas del PRD con el PAN, empezando con la del Estado de México.
Con la idea de dinamitar la alianza en aquella entidad decidió convertirse en el candidato virtual a gobernador. Seducido por su propio mito, anunció que hará campaña permanente en el Edomex, dio a conocer el programa de gobierno antes de tener candidato, estableció el mecanismo para elegir a éste y designó a los contendientes para que tres días después anunciara que la elegida por el oráculo de una encuesta que sólo él conoce es Yeidckol Polevnsky, devenida por la tutela grosera del caudillo en simple “Juanita”, y adelantar en los hechos la campaña para posicionarla de inicio. Pero su propuesta tuvo tan mal resultado –hasta generó una rebelión interna- que son evidentes sus esfuerzos para doblar a Alejandro Encinas y arrastrarlo a la infame aventura que, a final de cuentas, serviría para hacerle el trabajo sucio a Peña Nieto. “Mátate tú, para que me salve yo”.
Ahora bien, Andrés sabe perfectamente que si no logra evitar la alianza PRD-PAN en esa entidad y la opción PT-Convergencia queda relegada a tercer lugar –como es predecible- , estaría acabado para el 2012, pues nadie vería ese resultado como una derrota de Yeidckol o de Encinas. Eso explica la decisión del excandidato presidencial de imponer la crisis en el PRD desde ahora y no esperar a que el relevo de la dirección se dé hasta marzo, es decir, cuando ya esté definido el candidato y la eventual alianza. Que estén en pleno las elecciones reñidas en Guerrero y Baja California Sur, donde gobierna el perredismo, poco le importa. Está visto que la única e indefectible prioridad para AMLO es él mismo.
Es tal la desesperación de López Obrador para evitar el escenario de una alianza que lo relegue al tercer lugar en el Estado de México, con el riesgo incluso de tener una votación marginal, que amaga con romper lanzas con su amigo y jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, haciendo declaraciones, si bien poco originales, muy burdas y groseras: “La mafia quiere que Marcelo sea el candidato” (La Jornada, 2 de diciembre de 2010). No cabe duda de que a AMLO, el temor se le volvió pesadilla.
De paso…
Don Pepe. Con una semana de retraso, pero manifiesto mi hondo pesar por el fallecimiento de Don José Álvarez Icaza, pionero en la defensa de los Derechos Humanos en México. Supo hacerle frente a un régimen autoritario y represivo. El tránsito de Don Pepe del catolicismo militante y conservador al compromiso con los pobres y la lucha por la democratización del país, a lado de Don Sergio Méndez Arceo, haciendo causa común con Heberto Castillo en el Partido Mexicano de los Trabajadores. Fundó Cencos, casa abierta a muchas luchas justas y siempre dando respaldo a los débiles contra las injusticias de los opresores. Sus batallas abrieron brecha y dejaron huella. Descanse en paz Don Pepe… Julián Assange tiene que hacer frente a sus acusaciones por acoso y violación en Suecia, pero me cuesta trabajo creer en la desafortunada coincidencia de que su arresto coincida con la divulgación de los cables de la diplomacia norteamericana. La persecución que sufre en la red y las amenazas explícitas que ha recibido, así como la congratulación del gobierno de Estados Unidos por su detención, hacen pesar que se trata de un ajuste de cuentas. Me inclino a pensar, con todo y el respeto que me merecen las instituciones suecas, que Assange es hoy un preso político… Si Assange fuera un funcionario norteamericano, por supuesto que no debería haber difundido los cables confidenciales; pero resulta que es periodista y, al ser material de alto interés público, a mi parecer, tiene la obligación profesional y moral de darlos a conocer. El tratar de evitarlo, hostigando a Wikileaks en la red o apretando a la justicia para que lo juzguen por otros delitos, lo considero actos de censura que atentan contra la libertad de expresión y el derecho a la información… Jesús Ortega decidió adelantar la renovación de la dirección del PRD. Ésta no puede darse antes de finales de marzo, pues la Convocatoria tiene que salir a menos tres meses antes de la elección de Presidente y Secretario General. Sin embargo, el obradorismo decidió irrumpir para tratar de desestabilizar al partido. Me pregunto si uno de los objetivos no es el de polarizar internamente para abortar la posibilidad de acordar a un Presidente de consenso, si en los hechos no es un veto de AMLO a Lázaro Cárdenas Batel. Sería una lástima, pues el exgobernador de Michoacán es el que, sin duda, mejor podría reconstruir la unidad perdida… Los Rayados del Monterrey son dignos campeones del futbol mexicano y a uno no le queda sino aplaudir de pie a todo el equipo y, no se diga, al Chupete Suazo por su extraordinario segundo gol en El Tecnológico… Síganme en Twitter: @ferbelaunzaran
6 comentarios:
Con la esperanza de que ahora si respondas, comento:
1. Insistir que aliarse con el PAN es la única manera de vencer al PRI, demuestra que la línea de NI es alcanzar posiciones políticas, no consolidar un partido de izquierda mayoritario.
2. Insistir en una alianza con el PAN cuando ni siquiera se proponen candidatos, demuestra nuevamente el oportunismo de NI.
3. Ufanarse por el triunfo de Moreno Valle en Puebla (Un pelele de Elba Esther Gordillo) y de Malova en Sinaloa (un pelele de Beltrones), demuestra que NI no está en contra de los cacicazgos, si no que solo quiere cacicazgos con equidad de fuerzas.
4. Dices que objetivamente, AMLO ayuda al Grupo Atlacomulco son su oposición a las alianzas con el PAN. Vuelvo a preguntar, aunque estoy seguro que no lo harás ya que nunca lo has hecho: ¿El Ingeniero Cárdenas, fundador del PRD, también ayuda a Peña Nieto al expresar su oposición a coaligarse con la derecha?
5. Congreso Nacional del PRD llevado a cabo en 2009, aprobó por unanimidad la salida de Jesús Ortega de la Presidencia del PRD el 5 de Diciembre del 2010. En Febrero de este año, el Consejo Político Nacional ratificó este acuerdo. Si embargo, Ortega ha decidido desconocer la unanimidad de un Congreso Nacional a través del Consejo Nacional dominado por Nueva Izquierda. ¿No es Jesús Ortega y su corriente la que pone en crisis al partido, al violar acuerdos que ellos mismos suscribieron?
6. Si esta crisis llega a provocar que se pierda Guerrero, realmente no importa: El candidato del DIA, Senador Angel Aguirre, era priísta hasta hace unos meses, y es amigo personal de Peña Nieto. Apoyando a este tipo de candidatos, los Chuchos son los que fortalecen a EPN.
El análisis es impecable y la exposición mesurada y respetuosa, no se que puedan alegar los pejefílicos a este artículo.
Yo puedo sintetizar un diagnóstico de AMLO en 3 palabras:
AMLO está acabado.
Como lo demuestra la respuesta de Pablo Yañez tachando a todos de "Peleles" (hasta usa las mismas palabras de su Mesías)
Lo reitero está acabado para 2012 y está acabado para 2018.
@dredgom
1. Dices que AMLO se ha vuelto un político predecible, entonces ustedes ya saben que él no aceptará la alianza, por lo tanto, si insisten en esa alianza, serán ustedes los responsables de las divisiones: si el candidato de la alianza es del PAN, será la derecha la que vote por ella; si es del PRI, van a dividir el voto de ese partido ayudando al candidato obradorista (vid. infra); si es un chucho, algunos derechistas y todos los chuchos votarán por la alianza. Pero en ningún caso parecen tener la menor posibilidad de ganar.
2. Al aliarse al PAN, el PRD chucho se deslinda de uno de los polos cuyas fallas y deficiencias, según tú, fortalecieron al PRI (AMLO), pero el PAN no se deslinda del otro polo (Calderón apoya la alianza). Para que este argumento tuyo en favor de la alianza fuera válido, el PAN tendría que deslindarse de Calderón, cosa que no hará jamás. Y el argumento sería válido en el supuesto, no concedido, de que el comportamiento del chuchismo no haya también fortalecido al PRI.
3. Dices que las alianzas fueron un éxito. Bueno, ganaron en 3 estados, pero perdieron en 2. Ahora bien, en los 5 estados donde hubo alianza con el PAN hay una asimetría muy marcada en la fuerza de estos partidos: en Sinaloa, Puebla y Durango, el PAN es muy superior a la izquierda, mientras que en Oaxaca e hidalgo ocurre lo contrario. Ahora bien, en Sinaloa, el candidato ganador era priísta hasta marzo de este año, cuando renunció para buscar la candidatura por el PAN, por lo que puede decirse que perdió el PRI contra el PRI. En Puebla todos sabemos que perdió Marín, y si no hubiera habido alianza, muy probablemente habría habido voto útil en favor del PAN. En Oaxaca, perdió Ulises y si no hubiera habido alianza, muy probablemente habría ganado de todos modos Gabino Cue. ¿Dónde entonces está el celebrado éxito de las alianzas?
4. Dices que si AMLO rompe con el PRD y hace un polo de izquierda “testimonial” con PT y Convergencia, se fortalecería la posibilidad de que AMLO quede desplazado en una contienda polarizada PRI vs PAN-PRD. Cómo justificas adjetivar ese polo como “testimonial” a la luz de las recientes encuestas del Reforma donde PT-Convergencia superaban a PRD-PAN? Y tampoco debes olvidar lo que ocurrió en Iztapalapa, bastión del chuchismo, si los hay.
5. En tu quinto párrafo te concedo parcialmente la razón, aunque usas palabras con demasiada carga emocional (reventar, esquirolaje, redentor, lo sacaron de quicio ) lo que le resta rigor a tu discurso. Es verdad que si las alianzas hubieran perdido en todos los casos, AMLO habría asegurado virtualmente la candidatura única de la izquierda. Pero también es verdad que casi nadie esperaba que ganaran las alianzas, ni siquiera las encuestas, ¿por qué entonces te parece que AMLO es el único al que hay que criticar por no haber adivinado los resultados?
6. Dices que AMLO de seguro se arrepiente de la tesis-consigna “El principal riesgo del país es el regreso del PRI a Los Pinos, lo cual sólo es comparable con el retorno de Santa Anna al poder, años después de la invasión de Estados Unidos”. No creo que se arrepienta, pues uno de los factores que convierte en principal a ese riesgo es su alta probabilidad en caso de que no actuemos para impedirlo. El PAN hoy no tiene posibilidades reales, por lo tanto, que gane el PAN no es actualmente el riesgo principal. (Los riesgos se miden no sólo por la intensidad de sus efectos, sino también por la probabilidad de que ocurran.) El PAN y el PRI son lo mismo en cuanto a sus efectos, por lo tanto el principal riesgo es que vuelva el PRI al poder y continúe el cataclismo en que nos han sumido el PAN y el PRI al imponer obcecadamente el modelo neoliberal al menos desde hace 25 años. Pon tú que mencionar a Santa Anna haya sido un arrebato retórico, pero, como tú mismo dices, se trata de una “tesis-consigna”. Así pues, las sentencias “el principal riesgo es que el PRI regrese”, por un lado, y “el PAN y el PRI son lo mismo”, por el otro, no son contradictorias, ni como tesis ni como consignas. (continúa)
@dredgom
1. Dices que AMLO se ha vuelto un político predecible, entonces ustedes ya saben que él no aceptará la alianza, por lo tanto, si insisten en esa alianza, serán ustedes los responsables de las divisiones: si el candidato de la alianza es del PAN, será la derecha la que vote por ella; si es del PRI, van a dividir el voto de ese partido ayudando al candidato obradorista (vid. infra); si es un chucho, algunos derechistas y todos los chuchos votarán por la alianza. Pero en ningún caso parecen tener la menor posibilidad de ganar.
2. Al aliarse al PAN, el PRD chucho se deslinda de uno de los polos cuyas fallas y deficiencias, según tú, fortalecieron al PRI (AMLO), pero el PAN no se deslinda del otro polo (Calderón apoya la alianza). Para que este argumento tuyo en favor de la alianza fuera válido, el PAN tendría que deslindarse de Calderón, cosa que no hará jamás. Y el argumento sería válido en el supuesto, no concedido, de que el comportamiento del chuchismo no haya también fortalecido al PRI.
3. Dices que las alianzas fueron un éxito. Bueno, ganaron en 3 estados, pero perdieron en 2. Ahora bien, en los 5 estados donde hubo alianza con el PAN hay una asimetría muy marcada en la fuerza de estos partidos: en Sinaloa, Puebla y Durango, el PAN es muy superior a la izquierda, mientras que en Oaxaca e hidalgo ocurre lo contrario. Ahora bien, en Sinaloa, el candidato ganador era priísta hasta marzo de este año, cuando renunció para buscar la candidatura por el PAN, por lo que puede decirse que perdió el PRI contra el PRI. En Puebla todos sabemos que perdió Marín, y si no hubiera habido alianza, muy probablemente habría habido voto útil en favor del PAN. En Oaxaca, perdió Ulises y si no hubiera habido alianza, muy probablemente habría ganado de todos modos Gabino Cue. ¿Dónde entonces está el celebrado éxito de las alianzas?
4. Dices que si AMLO rompe con el PRD y hace un polo de izquierda “testimonial” con PT y Convergencia, se fortalecería la posibilidad de que AMLO quede desplazado en una contienda polarizada PRI vs PAN-PRD. Cómo justificas adjetivar ese polo como “testimonial” a la luz de las recientes encuestas del Reforma donde PT-Convergencia superaban a PRD-PAN? Y tampoco debes olvidar lo que ocurrió en Iztapalapa, bastión del chuchismo, si los hay.
5. En tu quinto párrafo te concedo parcialmente la razón, aunque usas palabras con demasiada carga emocional (reventar, esquirolaje, redentor, lo sacaron de quicio ) lo que le resta rigor a tu discurso. Es verdad que si las alianzas hubieran perdido en todos los casos, AMLO habría asegurado virtualmente la candidatura única de la izquierda. Pero también es verdad que casi nadie esperaba que ganaran las alianzas, ni siquiera las encuestas, ¿por qué entonces te parece que AMLO es el único al que hay que criticar por no haber adivinado los resultados?
(continúa)
@dredgom
7. Tu afirmación de que “AMLO ayuda objetivamente a Enrique Peña Nieto en la carrera presidencial y al Grupo Atlacomulco” carece de fundamento, por las razones que he argüido arriba, mientras que asegurar que AMLO considera una amenaza mayor o menor esto o lo otro no pasa de ser una hipótesis (las afirmaciones sobre lo que “realmente piensan” las personas nunca pasan de ese nivel). Puede que la conducta de AMLO les moleste, pero desde el punto de vista racional, serán ustedes los que dividan, no él. Cúlpenlo de que los madrugó o de que los chamaqueó, pero no de que él sea el causante de la división... o busca un argumento más fuerte.
8. Aquí viene un asunto de apreciación: me parece que un tipo que “acostumbra arriesgar, estirar la cuerda al máximo, moverse en el filo de navaja, doblar la apuesta, llevar todo al límite para que sea la otra parte la que ceda, a quien le pese la responsabilidad de evitar el cataclismo” no podría estar tirando la toalla 18 meses antes de una elección. Es absurdo sostener que AMLO se ha dado por vencido y maquina todo maquiavélicamente sólo para volver a competir en 2018. Es ilógico pensar que un individuo pueda creerse capaz de controlar todos los factores que podrían presentarse en 8 años para evitar su postulación y que al mismo tiempo se crea incapaz de ganar una elección para la que ha trabajado más de 4 años casi sin descanso, máxime cuando está seguro de haber ganado una similar en 2006.
9. A mí me molestó un poco que en Toluca se anunciara que se decidiría la candidatura por medio de encuestas y que 3 días después se destapara a Yeidckol, porque pareció que nos tomó el pelo a sus seguidores. Bueno, si esas encuestas se publican, pues ya veremos cómo puedan justificar que se levantaran en 3 días. Dicen que muchas encuestas ya se habían hecho, pero no creo que en 3 días se pueda hacer ni siquiera una encuesta. A lo mejor se trató de una tomadura de pelo dirigida a los chuchos, para que se confiaran en que iba para largo nombrar candidato y de repente, ¡zas!, pegar el madruguete. Sea como fuere, sería muy bueno que se publicaran esas encuestas y las fechas en que fueron levantadas.
10. Pues no sé en qué encuestas te bases para decir que es predecible el 3er lugar para AMLO. Por lo que he argumentado arriba, la cosa no parece tan predecible. Y como ya he señalado, todo lo que se diga acerca de “prioridades”, “motivaciones profundas”, “verdaderas intenciones” de las personas, no son argumentos sólidos, no rebasan el nivel de opinión personal, por mucho que le parezcan evidentes a quien opina.
11. Ahora déjame especular un poco a mí: tal vez ustedes son más predecibles que AMLO y por lo tanto éste, sabiendo que se entercarían en aliarse con el PAN, apostó a que se elegiría como candidato de la alianza a un recién separado del PRI, con lo cual le harían el gran favor al movimiento obradorista de dividir el voto priísta. Las razones que podría tener AMLO para esta apuesta es que en los estados donde las fuerzas están desequilibradas, es lógico esperar que, para formar una alianza, el partido más fuerte proponga al candidato (incluso a un ex priísta, como en Sinaloa), pero al estar equilibradas las fuerzas como en el EdoMéx, difícilmente se pondrían de acuerdo en el candidato, a menos que esté tan alejado del PAN como del PRD, y ese perfil puede cubrirlo perfectamente un priísta que renuncie a su partido. Esta es sólo una idea de un ciudadano común y corriente, si te parece descabellada ignórala, pero me gustaría que reflexionaras sobre los otros 10 puntos que he comentado.
Saludos
P.D. Si se repitió un post, favor de borrarlo, no fue mi intención
Tienes razon sobre todo en una cosa, la manera de pensar de Cesar Nava y Chuchito Ortega son tan parecidas que hasta parecen gemelos...
Hay algo que no entiendo, "el fin justifica los medios" aplica para la alianza PAN-NI, pero no para sus adversarios, ¿o como?...
Perdon pero me parece que ese es un analisis hipocrita, me recuerda bastante a los lineamientos que siguen los esbirros de la pequeña internacional liberal: "criticamos a los gobiernos de izquierda por lo mismos temas que luego justificamos en los gobiernos de derecha"...
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