martes, 28 de septiembre de 2010

AMLO Y PEÑA NIETO

Fernando Belaunzarán
Twitter: @ferbelaunzaran

Bajo el ropaje de la pureza suelen esconderse los motivos más mezquinos. Cuando un político atenta contra la consecución de sus objetivos explícitos no necesariamente es porque haya perdido la razón, esté cegado por un afán de venganza, se haya corrompido o, menos aún, sus “principios” lo lleven al sacrificio. El poder es la lógica de la política y ahí es donde tenemos que buscar la racionalidad de su actuación. Si lo que hace lo aleja de lo que se supone debe estar buscando es muy probable que sea porque en realidad quiere otra cosa, porque su prioridad es distinta a la que creemos, o bien, a la que quiere hacernos creer que tiene.

Andrés Manuel López Obrador sabe, como todo el mundo, que beneficia a Enrique Peña Nieto –potencial y aventajado rival en el 2012- con su empeño rabioso y vehemente por reventar la alianza que, está visto, tanto teme el político mexiquense. ¿Por qué ayudar al adversario más fuerte? ¿Por qué servir a que éste finalmente consiga aquello que ha buscado con tal ahínco que no ha tenido empacho en exhibirse como un gobernante faccioso, autoritario y manipulador de las instituciones con tal de conseguirlo? ¿Por qué llegar incluso a amenazar con la ruptura definitiva de la izquierda si el PRD le asesta el golpe donde más le duele a quien él mismo denuncia como “candidato de la mafia”? ¿Será un acto de “principismo”, tal y como creen los devotos para consolarse y alimentar su pretendida superioridad moral? ¿O se trata de una posición que responde a un frío cálculo de sus posibilidades? La respuesta no está en la máscara sino en lo que ella esconde.

Aunque arrebatado y visceral, AMLO es un político consistente y es preciso encontrar la coherencia de sus actuaciones. No es un discurso, no es un programa, no es una moral la que se lo da. Eso hay que buscarlo, en primer término y como todo buen politólogo sabe, en su interés. El proyecto político siempre se entrelaza al proyecto personal, pero en el caso de López Obrador la unidad entre uno y otro es total. El proyecto de AMLO no es otro que sí mismo. Definitivamente busca cambiar el país, no hay duda de que pretende que se le proporcione algo o mucho de justicia a un pueblo ávido de ella y de seguro es enemigo de los privilegios que ofenden a muchos mexicanos; pero no quiere, no le basta, no le interesa si no es él quien lo lleva a cabo. Tener ese lugar en la historia es la ambición que lo mueve y a la que todo subordina. Que alguien más esté “mejor posicionado” y tenga más posibilidades de ganar, o bien que se abra otro camino para conseguir los cambios anhelados no ha sido, no es, ni será razón para que mude de opinión y, como dice la experiencia, hará lo que pueda para evitar cualquier alternativa que signifique desempeñar un papel distinto al de “Salvador de la Patria”.

Cuando terminó la controvertida calificación legal de la elección presidencial, López Obrador tuvo la opción de utilizar la gran fuerza política y moral que tenía en ese entonces para reformar al país, para poner su agenda por delante, aprovechar las fuertes bancadas de la izquierda y la imperiosa necesidad de legitimación de Felipe Calderón para lograr transformaciones importantes en el país; pero, aún a costa de su popularidad y aceptación en las clases medias, prefirió apostar por la descomposición y eventual colapso del régimen, precisamente porque resurgir sobre las cenizas de los que le ganaron a la mala –“haiga sido como haiga sido”- era el episodio a la altura de la visión mesiánica que tiene de sí mismo. Por eso rechazó la reforma electoral que molesto de sobremanera a los medios electrónicos al suprimir la compra de propaganda política y electoral – lo que por cierto le ha permitido estar permanentemente en spots durante estos años- y poco le importó hacer causa común en eso con Televisa, TV Azteca, Radio Fórmula, el Consejo Coordinador Empresarial y otros consorcios más que él ubica dentro de “la mafia que le robó la presidencia”. También por eso pidió a senadores y diputados rechazar otras leyes y reformas aunque coincidieran con los planteamientos de la izquierda porque “ya las llevarían a cabo cuando esté en la presidencia”. Como es evidente, su estrategia no funcionó, tuvo un agudo desgaste que se expresa no sólo en su caída en las preferencias electorales sino también en el elevado voto negativo que hoy carga, lo que, además de dejarlo sin posibilidades reales para ganar el 2012, posibilitó el resurgimiento del PRI. De todo ello, aunque no lo parezca, es absolutamente consciente Andrés Manuel; razón por la cual no es su prioridad detener a Enrique Peña Nieto.

AMLO se está ocupando de lo que puede ganar y eso es la hegemonía en la izquierda política, lo cual le permitiría perdurar después de la elección presidencial. Como en el 2012 no tiene posibilidades, está pensando es mantenerse vigente y trabajar para la siguiente en mejores condiciones. La salida del PAN en el gobierno le da pie para cambiar su estrategia opositora en el presente sexenio y jugar un papel constructivo y pragmático, similar al que desempeñó siendo presidente del PRD en tiempos de Ernesto Zedillo, con la esperanza de recuperar la confianza de las clases medias que su extremismo post 2006 alejó. López Obrador está empeñado en ser candidato presidencial no porque crea que puede ganar el 2012 sino porque lo necesita para establecerse como referente dominante e indiscutido de la izquierda, para convertirse en el factotum de sus decisiones futuras. Por eso es que se ha planteado como obsesión destruir, al margen de sus villanos discursivos y espectrales, a “los chuchos” y grupos que los acompañen. Desde el 2008, López Obrador se ha concentrado en la lucha interna.

Las mismas encuestas que demuestran su imposibilidad de aspirar en serio a conseguir la presidencia de la república, arrojan luz de donde está su fuerza: en el voto duro perredista. No es nueva su intención de recobrar el control del PRD. Después de que se reconoció legalmente la victoria de Jesús Ortega, con la misma lógica que uso con el país, jugó y contribuyó para la debacle de su partido –para luego “salvarlo”, por supuesto-, al grado de apoyar a candidatos de otras organizaciones en el 2009. Este año declaró, antes de las elecciones de julio, que el PRI se llevaría “carro completo”. Para su sorpresa, las alianzas funcionaron y la dirección perredista salió fortalecida. De ahí su cambio de táctica. Ahora no se contenta con cuestionar o lavarse las manos, sino que hace abierto activismo para descarrilar la posibilidad de alianza en el Estado de México a pesar del costo que está pagando por hacerle el favor a Peña Nieto y perfilar incluso la postulación de un candidato esquirol bajo las siglas del PT.

López Obrador alega que “por dignidad” no se puede hacer alianza con “quien le robó la presidencia”. Un lapsus que permite ver su rostro detrás de la máscara. Hay una afrenta personal y hay que saldar cuentas por los agravios que le cometieron y, yo añadiría, nos cometieron a muchos. Pero anclarse en el pasado para buscar satisfacciones subordina lo esencial a lo secundario. ¿Y el país? ¿Y el Estado de México? ¿Y los mexicanos y mexiquenses? Detrás de la imagen de “Santo laico”, del Tartufo tropical, se esconde el peor de los pragmatismos.

De paso…

Michoacanazo. La manipulación de la justicia por motivos políticos y electorales asesta un duro golpe a la de por sí devaluada credibilidad en las instituciones que deben procurarla. El tristemente célebre “michoacanazo” fue un burdo acto de campaña para favorecer al partido en el gobierno. Felipe Calderón ordenó un operativo sin sustento y mal hecho para desprestigiar al PRD en Michoacán previo a las elecciones del 2009. El tiro le salió por la culata, no sólo porque el perredismo ganó de calle las elecciones en ese estado sino porque ya salieron libres 35 de 36 implicados. Tremendo fracaso que exhibe el uso faccioso de quienes debieran defender a la sociedad en estos momentos aciagos… El fuero de los legisladores ofende con razón a la sociedad porque en múltiples ocasiones se ha utilizado como privilegio inadmisible y fuente de impunidad. Sin embargo, considero que ese no es el caso de Julio Cesar Godoy, pues todo indica que existe una persecución política en su contra. Ha ganado cinco juicios contra igual número de órdenes de aprehensión levantadas en estados diferentes por la PGR. A él también lo acusaron con el “michoacanazo” y, como se ha demostrado, las acusaciones de ese triste episodio se han caído. En virtud de la presunción de inocencia -“nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario”- un juez le reconoció el goce de sus derechos políticos, por lo que se actuó con apego a Derecho. Además, Godoy se comprometió a acudir a la procuraduría a hacer frente a los señalamientos que haya en su contra a pesar del fuero y no se opone a que se inicie el procedimiento de desafuero para que él pueda defenderse. Sin embargo, existe tan mal fama de los legisladores –en buena medida bien ganada- que parece misión imposible que cualquiera de ellos no sea condenado de antemano… Una duda: ¿Por qué si AMLO es tan puro y se asume como guardián de la castidad ideológica, no ha dicho nada sobre Guerrero?... El asesinato de Presidentes Municipales es gravísimo. Que el Estado no puede garantizar la seguridad de las autoridades de la república es un síntoma incontrovertible del tamaño de la descomposición y de la crisis institucional que hoy existe. Es imperativo cambiar de estrategia en el combate al narcotráfico, no para someterse o pactar con ellos, sino para enfrentarlos de forma más eficaz y contener de mejor manera la violencia. En California están apunto de legalizar completamente la marihuana que es la sustancia que genera mayores ganancias a los cárteles de la droga. Es urgente plantear ese posibilidad en serio en nuestro país, al margen de prejuicios y obstinaciones, como parte de una nueva estrategia integral y asumida por el conjunto del Estado mexicano… Indispensable ayudar a Veracruz, Tamaulipas, Chiapas y Oaxaca. ¿Todavía queda alguien que opine que el cambio climático es una quimera?... Gran escándalo por fiesta trascendida de la selección mexicana. Un mal manejo del problema, la falta de una estrategia de control de daños y la patética forma, llena de hipocresía, de como reaccionó la Federación Mexicana de Futbol convirtieron la lluvia en huracán. Debe respetarse la vida privada de los jugadores y dejar a un lado la doble moral que sirvió para estigmatizar a los seleccionados. Todos salieron embarrado. La moraleja es juangabrielera: ¿Pero, qué necesidad, para qué tanto problema?... Eso sí, el Fabiruchis ya tiene quien lo acompañe en los chistes, en virtud de la forma poco gloriosa en que un trasvesti hizo historia en el balompié mexicano… Síganme en Twitter: @ferbelaunzaran

14 comentarios:

@SusanovaQ dijo...

Interesante tu hipótesis con respecto al proyecto político de AMLO. Sería ingenuo pensar que actúa sin calcular su siguiente paso, puesto que hay mucho en juego; además, es un animal político.
Después del 2006 yo asistí a a la asamblea en la que se invitó a decidir si queríamos a)Que AMLO fuera la cabeza de una especie de movimiento social de resistencia o b) Presidente legítimo. Ya conocemos los pobres resultados, pues a pesar de que se constituyó también un gabinete, la verdad es que este equipo nunca logró impulsar su propia agenda. Desde mi punto de vista, esa decisión fue el primer error táctico.
Luego vinieron las giras nacionales, reuniones locales que con gran éxito mantuvieron vigente a Andrés Manuel y su proyecto. Sin embargo, éstas no lograron institucionalizarse como se había pensado: los comités municipales y regionales del gobierno legítimo en operación son escasos. Segundo intento fallido, y contra el tiempo.
AMLO vuelve a aparecer en los medios a partir de su posicionamiento en cuanto a las alianzas en el Estado de México, un eco que logró porque nos remite al copetudo del Estado de México. Ciertamente, a pesar de las campañas de formación política a propósito de la "defensa del petróleo", no se ha logrado la llamada "revolución de conciencias", ni mucho menos. Pero es difícil lograrlo siendo despreciado por los dueños de los medios.
Podríamos encontrar acciones que den sustento a tu opinión con respecto al posicionamiento interno o la hegemonía del partido, pero yo no estoy tan segura. ¿Para qué colocarse a la cabeza si en un afán de mesianismo tampoco propondría nada nuevo de ganar el PRI? No tiene mucho sentido, y ni hablar de las imposibilidades de recuperar la presidencia si él mismo conoce la maquinaria.
Ciertamente no es el mejor posicionado con respecto a otros partidos, pero hacia adentro no hay nadie que le aventaje. Ciertamente que al día de hoy las encuestas dicen una cosa, pero en el calor de la elección dicen otra (y si no miremos el caso de Calderón).
No me gusta que todo un proyecto se traslade simbólicamente a una sola persona, pero como yo, hay muchos que valoramos que no esté inmerso directamente en algún escándalo.
En general me gustó tu artículo, pero me inclinó a pensar que en esta batalla AMLO quiere medirse con Peña Nieto para saber claramente si le conviene o no declararle la guerra.
@SusanovaQ

@SusanovaQ dijo...

Interesante tu hipótesis con respecto al proyecto político de AMLO. Sería ingenuo pensar que actúa sin calcular su siguiente paso, puesto que hay mucho en juego; además, es un animal político.
Después del 2006 yo asistí a a la asamblea en la que se invitó a decidir si queríamos a)Que AMLO fuera la cabeza de una especie de movimiento social de resistencia o b) Presidente legítimo. Ya conocemos los pobres resultados, pues a pesar de que se constituyó también un gabinete, la verdad es que este equipo nunca logró impulsar su propia agenda. Desde mi punto de vista, esa decisión fue el primer error táctico.
Luego vinieron las giras nacionales, reuniones locales que con gran éxito mantuvieron vigente a Andrés Manuel y su proyecto. Sin embargo, éstas no lograron institucionalizarse como se había pensado: los comités municipales y regionales del gobierno legítimo en operación son escasos. Segundo intento fallido, y contra el tiempo.
AMLO vuelve a aparecer en los medios a partir de su posicionamiento en cuanto a las alianzas en el Estado de México, un eco que logró porque nos remite al copetudo del Estado de México. Ciertamente, a pesar de las campañas de formación política a propósito de la "defensa del petróleo", no se ha logrado la llamada "revolución de conciencias", ni mucho menos. Pero es difícil lograrlo siendo despreciado por los dueños de los medios.
Podríamos encontrar acciones que den sustento a tu opinión con respecto al posicionamiento interno o la hegemonía del partido, pero yo no estoy tan segura. ¿Para qué colocarse a la cabeza si en un afán de mesianismo tampoco propondría nada nuevo de ganar el PRI? No tiene mucho sentido, y ni hablar de las imposibilidades de recuperar la presidencia si él mismo conoce la maquinaria.
Ciertamente no es el mejor posicionado con respecto a otros partidos, pero hacia adentro no hay nadie que le aventaje. Ciertamente que al día de hoy las encuestas dicen una cosa, pero en el calor de la elección dicen otra (y si no miremos el caso de Calderón).
No me gusta que todo un proyecto se traslade simbólicamente a una sola persona, pero como yo, hay muchos que valoramos que no esté inmerso directamente en algún escándalo.
En general me gustó tu artículo, pero me inclinó a pensar que en esta batalla AMLO quiere medirse con Peña Nieto para saber claramente si le conviene o no declararle la guerra.
@SusanovaQ

Anónimo dijo...

Creo que perdió de vista lo más importante al hacer su análisis, señor Belaunzarán: la ideología. No creo que se valgan alianzas pragmáticas, en pos de un triunfo electoral, a costa del detrimento de los propios valores.

¿Cómo llamaría a la resultante entre un partido que se dice de izquierda y uno a todas vista derechista (y muchas veces rayano en la ultraderecha, quizás "capitalismo socialista", o "socialismo neoliberal"? ¿Esa fusión le daría fuerza a los trabajadores o a los patrones en un conflicto? ¿Creería en la privatización o nacionalización?

Fuerzas opuestas se anulan.

Amimistimbres dijo...

Estimado Fernando, el problema real de los politicos Méxicanos y en si del pueblo, es que no tenemos ideales, no seguimos un ideal por que no existe, no somos fieles a una causa por que no existe. TODOS y es mas sobresaliente la vilesa de los politicos que tanto traicionan a los de su "gavilla" como los apoyan, siempre en un calculo frio de lo que mas convenga a sus intenciones. Si alguien emerje del pueblo a una posicion de dirigente, actua de la misma manera ya que TODO el sistema esta así. AMLO-Fox-Calderon-Peña-Chaufeit-Monraz-Amalia TODOS buscan el bien propio al estar ante el arca abierta. Como ciudadanos debemos de movernos hacia la transparencia y claridad en la aplicacion de la justicia y el gasto publico. Como es posible que un politico viva comodamente toda su vida con 3 o 6 años de su trabajo, mientras mas del 80% de los Mexicanos debemos laborar hasta los 65 para lograr una pension. el objetivo es TRANSPARENCIA y EQUIDAD.

Anónimo dijo...

SE TE OLVIDA QUE LOS PRINCIPIOS NO SE ABARATAN O SE REMATAN EN HARAS DE GANAR POR GANAR, SE ACLAMA TANTO LA DEMOCRACIA, SE LE ACUSA A UN HOMBRE DE SEDIENTO DE PODER, DE AMBICIOSO, DE NECIO POR OPONERSE A LO QUE EFECTIVAMENTE LOS CHUCHOS LLAMAN EL CAMINO CORRECTO, LAS ALIANZAS CON EL PAN PARA GANAR, MI PREGUNTA ES, GANAR PARA QUE? CON QUE FINALIDAD? EL CAMBIO REAL DE LAS POLITICAS ECONOMICAS EN EL PAIS?? LA REFORMA POLITICA QUE ESTE PAIS NECESITA? O SIMPLE Y LLANAMENTE EL GANAR PARA REPARTIRSE EL BOTIN DISFRAZADO DE TRIUNFO DEMOCRETICO, CUAL ES EL PROYECTO POLITICO DE ESTA ALIANZA?? CUALES SON LOS COMPROMISO CON EL ELECTORADO,DESDE MI PUNTO E VISTA, EL MISMO QUE EL DEL PRI PROMETEN "UN CAMBIO QUE JAMAS HA DE LLEGAR" Y QUE BUENO QUE LO MENCIONAS FERNANDO, A jESUS EFECTIVAMENTE SE LE RECONOCIO SU TRIUNFO LEGALMENTE Y NO LEGITIMAMENTE, ESE HOMBRE GRIS Y OBSCURO , SIN CARISMA, DA MUCHA DESCONFIAZA, YA QUE DIRIGE UN PARTIDO QUE LE ENTREGO EL TRIBUNAL FEDERAL ELECTORAL Y NO LOS SIMPATIZANTES DEL PRD, NO SOLO ANDRES MANUEL SE HA ENCARGADO DE DESTRUIR AL PARTIDO, TAMBIEN LO HAN HECHO LAS CORRIENTES, ENTRE ELLAS LOS CHUCHOS, ANDRES MANUEL PODRA TENER MUCHOS DEFECTOS PERO ES CONGRUENTE ENTRE LO QUE DICE Y HACE, CUALIDAD QUE NO SE DA EN CUALQUIER LADO, ES HORA DE ASUMIR NUESTRAS RESPONSABILIDADES DESDE LA IZQUIERDA Y REFUNDAR NO SOLO UN PARTIDO SI NO ALA IZQUIERDA MISMA....

Anónimo dijo...

El artículo es bueno. Pragmático, como les incomoda a los puristas. La política es el Arte de operar la Ideología. Ni modo: MALO o AMLO ni Político ni Artista ni Operador

Largo. Creo que abusas de que ostentas un espacio propio. El primer párrafo sobra, al igual que los adjetivos.

¿Podrá la Alianza PAN+PRD=Verde!, contener a la Marea Roja? En el escenario del triunfo de la Marea Roja, ¿cuáles son las variables políticas que considerarías?

Me pondré como anónimo, por es un gorro lo de la cuenta de Google. Me encuentras aquí, @edaguilargo; te daré un generoso RT.

@vhgarrido dijo...

Interesante post. Coincido con el argumento del pragmatismo del peje, el cual siempre tiene como objetivo principal sus intereses por sobre todo lo demás. Y precisamente ahí es donde las alianzas y su actuar tienen algo en común. Como los otros comentarios resaltan, una ideología y principios, digamos ligeros.

En cuanto al caso de Julio Godoy, mmm, creo que es un poco ingenuo pensar que ya con el fuero hará frente y no lo utilizará en caso de resultar responsable.

Tampoco estoy muy convencido con la legalización. Creo que la estrategía actual necesita complementarse con muchas otras cosas. Sin embargo, si el tabaco y el alcohol hoy representan un tema importante de salud, podríamos sumar a ellos la canabis.

Saludos y retweet asegurado

palhomo pensante dijo...

Excelente vision de este mesianico personaje, astuto y sagaz.
un abrazo
twitter: @palhomo

berthisbonita dijo...

Muy bueno tu artículo. Me gustó mucho. Te pido la autorización para mandarlo por correo electrónico a mis contactos.
Saludos

Anónimo dijo...

Querido Fernando:
Debo reconocer que tu artículo es un gran análisis político. Qué triste sería que lo que moviera a AMLO fuera conservar la hegemonía en una izquierda opositora, dado que según tú no puede ganar en 2012. Pero quisiera pensar que AMLO no es un hombre que se guíe principalmente por las encuestas y piensa que, en el último momento, dará la sopresa (como la dio llenando el Zócalo en su mítin de re-lanzamiento el 25 de julio del 2010).
De cualquier forma, te felicito.
Bernardo Bolaños

Anónimo dijo...

La bronca de AMLO vs las aliansas no es de principios. Por principios estaria dispuesto a pactar para derrumbar cacicazgos de anios en sitios que no han tenido mas gobiernos que los PRIistas. Si el asunto fuese de principios, se apoyarian las alianzas sobre los puntos de coinsidencia y no se procuraria darles en la mother porque no son encabezados por el - la "defenza de PEMEX" por ejemplo, que se oponia a reformas que en mucho coinsidian con el plan de gobirno de AMLO (segun consta por escrito en su libro del 2006 "Plan alternativo de nacion")... Ya lo arregklaran cuando lleguen.
Lo mismo por lo que se refiere al uso del ejercito en la lucha vs crimen... EL mismo libro da cuenta de su intencion de hacer justo eso... usar al ejercito.
Lo dicho... el asunto no es de principios... es un asunto de EL PRINCIPIO. Cual PRINCIPIO? pues AMLO mismo y su deseo de poder. Ese es el principio y fin de todas las acciones de AMLO.

"En el PRINCIPIO esa AMLO y el pueblo bueno era con AMLO y AMLO era el pueblo bueno. Este era en el PRINCIPIO con el pueblo bueno. Todas las cosas debe hacerlas el cuando llegue a la presidencia." (PG 1:1-3)
EVANGELIO ALTERNATIVO DE NACION SEGUN EL PEJE.

Alfredo dijo...

Un buen análisis pero considero que la motivación principal de Lopez Obrador, como la de la inmensa mayoría de los políticos, el el llegar al poder por el poder mismo.

No existen ideologías reales, en el caso de AMLO, tomó la bandera de las causas populares, pero finalmente su motivación es personal. Llegar al poder, a la presidencia en su caso, a como de lugar.

¿Complejo mesiánico o algún otro trastorno de la personalidad? Eso se los dejo a los psicólogos.

Si bien, tanto AMLO, como muchos otros políticos de cualquier partido realmente tuvieran el interés del pueblo como motivación y vocación se dedicarían a construir acuerdos. No a destruir lo que el gobierno en turno propone simplemente por destruirlo, sin propuestas reales. Como siempre lo ha hecho la oposición en nuestro país.

Un crítica negativa, debida en mi opinión a que anteriormente no había posibilidades de que la oposición pasara alguna propuesta real para el beneficio del pueblo contra la maquinaria y la mayoría que ostento el PRI durante décadas.

Se les olvidó, o nunca aprendieron a hacer propuestas constructivas, a llegar a acuerdos en los que tal vez no se lograra el 100% de lo que querían pero que si se hubiera ido logrando algo poco a poco. Y todavía no se han dado cuenta de que la democracia ya llegó a nuestro país.

Y regresando a Lopez Obrador en particular, estoy totalmente de acuerdo en que está totalmente inmerso en ser el único salvador de este país y por lo tanto se opone a cualquier propuesta del gobierno o de otros partidos o personajes aunque vaya de acuerdo con su ideología. Y todo porque no es él quien la implementará.

Qué bueno, que legal o ilegalmente no haya llegado Lopez Obrador a la presidencia, porque estoy seguro de que estaríamos peor de lo que estamos. Que bueno que se sigue autodestruyendo.

Unknown dijo...

Apenas pude leerte y me parece sumamente interesante lo que dices, creo q lo que mas me disgusta de AMLO es efecrtivamente ese egoismo que señalas, de que si el no salva al pueblo que nadie lo haga, siendo que tampoco existe la certeza de que pueda hacerlo.
Incluso si hubiera llegado a la presidencia, yo creo q le hubiera pasado lo mismo que a calderon y lo q es uno de los grandes problemas de este pais, que los diputados y senadores se hubieran montando en sus caballos partidistas y las reformas tampoco se hubieran dado.

Anónimo dijo...

Reitero... hay mucho que hacer aún en la educación, y no es mi intención tocar la polémica que aquí se discute o se evade, tan solo mencionar que muchos de los jóvenes que arden por participar y ser tomados en cuenta por sus buenas ideas y análisis deben revisar sus propios escritos y mejorar la ortografía.