Andrés Manuel López Obrador está acostumbrado a apostar fuerte. La novedad es que ahora arriesgue tanto por tan poco. Además, no puede mas que tener dificultades para explicar en términos heroicos, en consonancia con su discurso épico con el que pretende justificar su actuar frente a sus seguidores e incluso frente a la historia, su afán por salvar no a México sino el registro legal de dos partidos de obscura procedencia y con liderazgos de reputación más que dudosa en momentos críticos para el país. Y es que el objetivo real salta a la vista no obstante su pequeñez: conservar para esas franquicias el dinero público que reciben aunque no tengan la representatividad para tener derecho a ello.
Claro, también está el castigo a su partido a pesar de que le debe su carrera política, pues éste se atrevió a votar mayoritariamente por una dirección autónoma a sus decisiones. Para nadie es un secreto que la jihad pejista ha llamado al voto de castigo contra el PRD desde que el resultado de la elección interna quedó firme. Es decir que mientras la nación naufraga y el PRI amenaza con controlar la Cámara de Diputados, encaminándose con paso firme hacia Los Pinos, quien se jacta de ser el principal liderazgo de la oposición está absorto en el ajuste de cuentas y en las arcas del erario.
Lo que llama la atención es el abrupto declive. Después de ser el personaje central de la política mexicana, de establecer por años la agenda nacional, de haber salido airoso de una embestida perversa fraguada desde las más altas esferas del poder público y llevar a la izquierda a su mayor votación histórica se achica hasta el grado de pelear por conservar mínimos. No hay ningún objetivo estratégico en ello, pues si bien puede pensar que logrando mantener con vida a ambos partidos ya aseguró su candidatura presidencial, lo cierto es que éstos han dado muestras a lo largo de su historia de que sus decisiones las toman con base a los intereses pragmáticos del momento. Pero aunque así fuera, es lamentable que todo se subordine a un proyecto personal, que AMLO opte por dividir el voto de la izquierda por soñar con el 2012 y que en lugar de preocuparse por ganar el mayor número de distritos se concentre en abrirle boquetes al PRD por unas cuantas pluris, coadyuvando de esa manera el retorno del PRI al poder.
Es verdad que el deterioro de la situación nacional y la incapacidad de la administración calderonista para responder a las exigencias de la emergencia que se vive han hecho renacer las esperanzas por la ruptura social y la caída del régimen político en el círculo lopezobradorista -como si esa circunstancia efectivamente los pusiera en la antesala del poder-, pero incluso en ese hipotético escenario sería conveniente contar con la representación más amplia posible en el parlamento por parte de la izquierda comprometida con la democracia. Ahora que resulta francamente paradójico que por un lado se piense en la toma del Palacio de Invierno y por el otro en los pesos del sistema que se busca derribar.
Ver a la crisis como si fuera la Divina Providencia que devolverá a su legítimo depositario el poder arrebatado es tan irresponsable como fantasioso, pues se juega con la vida de millones de familias que se las verán muy negras y a quienes la inestabilidad política lejos de ayudarles las condenará a prolongar su deteriorada condición. México no necesita ningún “salvador”, idea contraria a una izquierda con convicción democrática. Requiere sí de hombres con visión de Estado que sean capaces de unir y transformar, de evitar el caos y cerrarle el camino a los pescadores del río revuelto. Restaurar el equilibrio y hacer que la sensatez y la altura de miras predominen es el único camino para dar certidumbre en estos tiempos aciagos. En ese sentido resulta indispensable contar con una izquierda fuerte que deje a un lado el resentimiento y ponga por delante el interés general; precisamente la izquierda a la que AMLO torpedea y apuesta a disminuir para mantener con vida artificial a los dos partidos que, engañándose, piensa que son de su propiedad.
Las razones esgrimidas para arrogarse el derecho de chaqueteo y, aunque parezca mentira, hasta presentarlo como una acción loable son, para decirlo suave, poco serios e insostenibles. Nos dicen que es para contrarrestar a “la mafia de la política” y al gobierno de Calderón que se ha planteado desaparecer al PT y a Convergencia como si con el país hecho pedazos no tuvieran cosas más importantes en qué pensar. Dejando a un lado que Dante Delgado y Alberto Anaya tienen todos los meritos para ser considerados “capitos” de esa llamada mafia y que no todos los políticos hacen del hígado su brújula, finalmente son los ciudadanos los que deciden cuáles partidos se mantienen y cuáles no deben seguir sosteniéndose con el dinero de los contribuyentes. Si su registro está en riesgo y no encuentran más solución que tratar de piratearle electores al PRD es que algo habrán hecho mal y asumen que no son opción por sí mismos.
Lamento el enojo y la decepción de muchos perredistas que se están tragando los spots de su ex presidente nacional y ex candidato presidencial a favor de otros partidos y se preguntan por qué está ayudando al PRI a ser la primera fuerza en el país. En cambio, celebro que las máscaras se caigan.
Catastrofismo. Los mejores promotores del pesimismo ante la crisis son sin duda los voceros del gobierno federal. Carlos Slim tiene todo el derecho de manifestar su opinión y la reacción desproporcionada y alucinante contra ésta por parte de funcionarios que por algún misterio se sienten muy listos le dio una prominencia mediática al enfrentamiento que en lugar de tranquilizar tuvo el efecto contrario… Y hablando de respuestas torpes, la del Secretario de Salud contestando con simpleza y prejuicios propios de Serrano Limón -mientras los ríos de sangre corren por el país- a los ex presidentes latinoamericanos que propusieron legalizar el consumo de marihuana para combatir el narcotráfico está de campeonato y nos demuestra que cualquiera, cual-quie-ra, puede llegar al gabinete presidencial… Después de tapizar con bardas la Delegación de Iztapalapa para promocionar la inauguración de un centro recreativo y una vez que llegó a éste el jefe de Gobierno a destaparlo, Jesús Valencia renunció al DIF capitalino para buscar una diputación en aquella demarcación. Afuera los mariachis cantaban: “Te pareces tanto al PRI, que no puedes engañarme…”…Junto al repartidor de becas, cobijas y despensas, otra funcionaria que aplica programas sociales renunció a su cargo para contender por la candidatura a la Jefatura Delegacional de Iztapalapa. Clara Brugada dejó la Procuraduría Social y una operadora de ella, de nombre Shantal, ofrece cinco mil pesos a los administradores de las unidades habitacionales que se atendieron con recursos públicos por parte de dicha dependencia para que le lleven a la gente a votar a favor de la ex procuradora… Por ello, con todo respeto, es demagógico que Marcelo Ebrard se jacte de que no hay ningún secretario de su gobierno como precandidato, como si eso acreditara su no intervención en la contienda. Además de que la razón por la cual Jose Ángel Ávila, su secretario de Gobierno y a quien había perfilado para coordinar la ALDF, no se lanzo a buscar la candidatura se debió sinceramente a que René Bejarano no lo dejó pasar, el DIF y la PROSOC manejan más presupuesto que la mayoría de las secretarías… Y hablando de “El Profesor”, aunque la suya es la corriente más favorecida en las planillas palomeadas por Marcelo aquel no se da por satisfecho. Por eso, para estirar la liga, IDN registró en el folio 15 una lista que en parte coincide y en parte discrepa de la propuesta oficial. No tengo dudas de que Bejarano se saldrá con la suya. El precio fijado a Ebrard para enfrentar y tratar de disminuir a René Arce, al que ve como fuerte contendiente para sucederlo en el cargo, es entregarle la ciudad a René Bejarano y lo va a hacer… Tomo nota del mensaje que en El Peñon me diera un operador de Alfredo Hernández Raigosa, alto funcionario del gobierno de la Ciudad y mejor conocido como “El Camarón”: “En el distrito XIX no te vamos a dejar pasar, sea por las buenas o por las malas”… Pues como ya se dieron cuenta, buscaré la candidatura a la diputación local de ese distrito de Iztapalapa no obstante las amenazas…
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