Fernando Belaunzarán
René Arce y Víctor Hugo Círigo decidieron, junto con otros compañeros también valiosos, salir del PRD. Su ausencia deja un hueco difícil de llenar, pues no sólo se trata de personajes que han tenido importantes responsabilidades, que son fundadores y cuya contribución resultó esencial para que la izquierda ganara en tres elecciones consecutivas el gobierno de la Ciudad de México sino que también representan una posición política propia, la socialdemócrata, que han sabido defender con firmeza y valentía a pesar de los costos, pues al hacerlo tuvieron que enfrentar a caudillos y gobiernos poderosos. Es más, se podría decir que más que irse se les sacó del partido desde el momento en que se implementó una política de Estado por parte del GDF, misma que fue alentada por el ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, para aplastar al grupo político que ellos encabezan en el Distrito Federal.
Círigo y Arce iniciaron su actividad política en la izquierda revolucionaria y clandestina en las épocas de la “guerra sucia”. Luego se formaron en el trotskismo e ingresaron al Partido Revolucionario de los Trabajadores. Ambos tuvieron una intensa actividad sindical que los llevó a sufrir persecuciones. Su cercanía con Valentín Campa los sensibilizo de la necesidad de promover la confluencia de las izquierdas para enfrentar en mejores condiciones al sistema autoritario del PRI-Gobierno, por lo que participaron en el PSUM, en el PMS y, por supuesto, en el PRD. A diferencia de otros, observaron con detenimiento la caída del Muro de Berlín y sacaron lecciones de la derrota del llamado “socialismo real”. De ahí que se hayan convencido de que el camino para la transformación pasa por el voto y por la lucha institucional y que la izquierda debe comprometerse con la democracia y las libertades para ser congruente consigo misma. Así también, entendieron que el estatismo y los populismos son lastres para el desarrollo económico y que es necesario buscar incidir positivamente en un mercado no omnipotente ni autárquico, pero tampoco asfixiado o sometido, y que la redistribución de la riqueza es mucho más efectiva cuando se incentiva su generación y a la par se fomenta la economía social con figuras como el cooperativismo. Por ello es que adoptaron la ideología de la socialdemocracia.
Su trabajo en Iztapalapa viene desde la década de los 80, cuando esa demarcación era un bastión de caciques priístas poco civilizados que acostumbraban imponer su hegemonía a punta de pistola. En esas difíciles condiciones hicieron campaña por el ingeniero Cárdenas en 1988 y construyeron el PRD en medio de amenazas y represión que, por cierto, era operada por algunos de los que hoy están en las filas del perredismo sirviendo a los mismos –y también combatiendo a los mismos- de aquel entonces.
La presencia de René Arce en Iztapalapa quedó más que acreditada cuando fue candidato a jefe Delegacional y obtuvo más votos que Andrés Manuel López Obrador en el año 2000, el cual pudo vencer a Santiago Creel gracias precisamente a los sufragios que le dieron los iztapalapenses. Sin embargo, el hecho de que Arce y Círigo no hayan sido gobernantes agachados ni sumisos motivó el recelo de López Obrador, entonces jefe de Gobierno, que, como es del dominio público, exige obediencia ciega. Pero no fue sino hasta después del 2006, cuando la estrategia de confrontación rabiosa, atrofia de las instituciones y descomposición del ambiente político que impulsó el ex candidato presidencial se topo con la oposición de buena parte del PRD y René Arce asumió un importante protagonismo en el cuestionamiento de esa dinámica suicida para el partido y perniciosa para el país, que AMLO emprendió una campaña de hostigamiento y persecución contra el equipo político del Senador de la República que contó con la participación entusiasta de Marcelo Ebrard que tomó la autonomía de la IV legislatura de la ALDF, encabezada por Víctor Hugo Círigo, como un agravio personal.
El equipo de René Arce estuvo en la primera trinchera de la lucha por evitar la imposición del candidato del caudillo a presidente nacional del PRD. El apoyo a Jesús Ortega y la no aceptación a que la línea política del partido se dictara en votaciones a mano alzada realizadas en plaza pública generaron un ambiente hostil en el lugar en el que el obradorismo mantiene mayor fuerza. El momento de ajustar cuentas se dio en las elecciones internas del 2009 en las que todo el aparato y los programas sociales del DF se pusieron al servicio de una coalición de tribus conformada en las oficinas del jefe de Gobierno a iniciativa de la presidencia legítima para arrasar a los precandidatos afines al senador Arce. Hay que reconocer que Andrés Manuel y Marcelo demostraron en el 2009 ser mucho más efectivos en golpear a sus adversarios internos que en enfrentar al PRI y al PAN.
Es verdad que René no midió correctamente la correlación de fuerzas ni el tamaño del operativo que se le venía encima y que pudo aceptar un acuerdo que aunque desventajoso le aseguraría mantener una influencia considerable en la ciudad; pero eso de ninguna manera justifica las elecciones de Estado que implementó un gobierno que debería deberse a la lucha por la democracia que el PRD capitalizó para ser el primer gobierno electo de la capital de la república. Además, al ayudar a eliminar al contrapeso de AMLO en el DF, Marcelo acentúo su dependencia a éste y evitó convertirse en punto de equilibrio que le hubiera dado un margen de autonomía que, como se constató en el reciente nombramiento de Clara Brugada, hoy no tiene.
El sello del equipo arcista se vio con claridad en la actuación sobresaliente de Ruth Zavaleta al frente de la Cámara de Diputados y en la conducción de la IV legislatura de la ALDF que ha sido, sin duda, la más productiva hasta ahora y la que pudo expresar de manera más nítida y contundente el perfil de izquierda libertaria de la capital del país. Víctor Hugo Círigo resistió presiones e intentos golpistas durante los tres años que estuvo al frente del legislativo local por defender la autonomía de ese órgano y no permitir que lo que corresponde según facultades y atribuciones al parlamento se decidiera en las oficinas de gobierno como suele suceder en las demás entidades de la república y como ahora también acontece en el DF. La Ley de Sociedades de Convivencia, la despenalización de la interrupción del embarazo, la tipificación de los crímenes de odio, el divorcio Express, el fortalecimiento del poder judicial, La Ley de protección a los no fumadores más audaz del país e incluso la restauración del patrimonio histórico que representan los recintos que utilizan los diputados locales fueron posibles gracias a que decidió no someterse y supo construir acuerdos con todos los grupos parlamentarios para bien de los capitalinos. La venganza, como vimos, vino después.
El 2012 se ve difícil para la izquierda en virtud de que el ex candidato presidencial prefirió enervar al voto duro y jugar de manera pusilánime y vergonzante a la revolución antes que mantener la enorme base social que lo había apoyado. Más aún cuando decidió “depurar” al movimiento y perseguir a sus críticos. Hoy se van René Arce y Víctor Hugo Círigo porque pagaron las consecuencias de decir “no” a Andrés Manuel López Obrador y a Marcelo Ebrard, de expresar su opinión sin tapujos y no aceptar las facultades metalegales que se adjudican estos poderosos dirigentes. Es una lástima la imposibilidad que tienen tales “prohombres” de coexistir con la pluralidad y, por lo mismo, que sólo acepten una relación de incondicionalidad con el resto de los mortales. Es evidente que pueden congeniar con todo, menos con la independencia de criterio.
René Arce y Víctor Hugo Círigo asistieron al Congreso Refundacional del PRD y participaron de los debates. La legítima y valiosa aspiración de la unidad dejó a un lado la posibilidad de resolver el problema de la estrategia y la identidad partidarias. Esa indefinición acabó por convencerlos de que su ciclo en el PRD había terminado. Se van a construir algo nuevo junto con Ruth Zavaleta y otros valiosos dirigentes de la izquierda. Para los que nos quedamos en el PRD, pero compartimos ideas y aspiraciones de una izquierda que sea congruente con sus banderas democráticas y libertarias, lamentamos esa decisión aunque comprendamos y compartamos muchas de sus razones. No me queda sino desearles suerte, mantener la amistad y esperar que en la brega nos volvamos a encontrar.
De paso…
Reformas. En lugar de plantearse el cambio de régimen para asegurar el cogobierno y la constitución de mayorías estables en las cámaras legislativas a partir de la responsabilidad compartida, Felipe Calderón envío unas iniciativas que en su conjunto buscan reciclar al régimen presidencial. Es verdad que hay propuestas positivas como las candidaturas independientes, el referéndum y la facultad de la Suprema Corte de enviar iniciativas en su ámbito, pero el asunto estratégico es recuperar la preeminencia del titular del Ejecutivo Federal, lo que por cierto ocurre en las entidades de la republica en donde los gobernadores son amos y señores y se han instalado cacicazgos corruptos y autoritarios. El problema político en México sigue siendo la concentración del poder en manos de actores formales e informales. La reelección que se plantea como el centro de la misma no va a lograr un mayor acercamiento con la ciudadanía ideal que sólo existe en los discursos sino va a formar una nata aún más impenetrable que efectivamente va a debilitar los vínculos que representantes y gobernantes tienen con sus respectivos partidos, pero sólo para acercarlos y hacerlos dependientes de los poderes fácticos. La revancha ha buscado instalar en la opinión pública la peregrina e indemostrable idea de que al golpear a los partidos políticos –que efectivamente han estado muy por debajo de los que sus responsabilidades les obligan- por necesidad triunfa la democracia. En lugar de darle respiración artificial al presidencialismo moribundo se debiera buscar establecer una transición hacia un régimen parlamentario que en lugar de hacer que prevalezca una posición sobre todas las demás por mecanismos de adulteración de la representatividad ciudadana obliga a los que discrepan a ponerse de acuerdo… Es una vergüenza la contrarreforma oculta que se quiere hacer en la ALDF respecto a las uniones formales entre personas del mismo sexo. Es verdad que lo que seguía después de la Ley de Sociedades de Convivencia era el establecimiento del matrimonio, pero es inadmisible que se use como pantalla el nombre para introducir un elemento discriminatorio inaceptable y flagrantemente anticonstitucional. A cambio de un triunfo simbólico que no minimizo se legisla un matrimonio de segunda en el que “queda expresamente prohibida la adopción” cuando hoy no existe dicha prohibición. No es posible que en momentos en que el PAN y el PRI están aprobando legislaciones antiaborto en las entidades de la república el PRD permita la introducción de la discriminación a los homosexuales, aunque ésta se le disfrace de “triunfo histórico”. Como daño colateral, el PRI retiró su apoyo a la modificación al artículo 4 constitucional que iba a apuntalar el Estado laico y a establecer el derecho a decidir el número de hijos y espaciamiento de los mismos como respuesta insuperable a lo acontecido en ya casi una veintena de estados de la república, tal y como lo denunció con tino la diputada Enoé Uranga, precursora, por cierto, de la Ley de Sociedades en Convivencia. Círigo: ¡Cómo te extrañamos!... Los cabilderos en los medios de Marcelo Ebrard fueron los que convirtieron el nombramiento de Brugada en una derrota de su jefe. Se encargaron de difundir que vendría un tercero afín al jefe de Gobierno y que eso marcaba un parteaguas en su relación con su antecesor y mostraría, ¡por fin!, que sus aspiraciones a la candidatura presidencial son ciertas y que va en serio. Luego, ante el cambio de señales, apenas y atinaron a razonar que era para no abrir la batalla en dos frentes, puesto que también ya se adelantaron a anunciar antes de tiempo la “inminente” salida de Martí Batres, alfil incondicional del AMLO, de la Secretaría de Desarrollo Social. La verdad es que ese cuento no se sostiene. Si tenía que definir entre dos batallas ¿por qué opta por tomar la que le traería mayores costos políticos y mediáticos al exhibirse como obediente a López Obrador? Además, a Martí lo puede correr cuando quiera, en uno dos, tres, seis meses mientras que a Clara ya no la podrá mover. Además, eso de que va a sacar a Batres está por verse. ¿Qué tal que Andrés Manuel no le parece?... La afirmación de Obama de que hay guerras justas, no obstante las críticas que ha despertado, me parece correcta si es que se entiende por “justa” que sean inevitables, necesarias o indispensables en virtud de las circunstancias. Lo que no concuerdo es en su desplante busheano, propio de las historietas de súper héroes, de que son para combatir “el mal”, lo que acaba convirtiéndose en lo que el criterio interesado califica como eso… No me extraña la gran recepción que ha tenido entre múltiples personas de muy diverso origen y actividad han tenido acerca de una eventual candidatura presidencial de Juan Ramón de la Fuente para representar una opción ciudadana y de izquierda en el 2012. Lo que me ha sorprendido gratamente es que esa aceptación incluyó a algunos buenos amigos pejistas… Por fin Calderón generó consenso. Pero no por sus propuestas de reforma política sino por su aseveración de que lo mejor del 2009 es que ya se va a acabar… Los Rayados del Monterrey jugaron una gran liguilla y por, ello, son merecido y dignos campeones del futbol mexicano. Al menos en la celebración no se notó que fueran lo díscolos que la leyenda afirma…
1 comentario:
Realmente es lamentable la salida de 6 legisladores del PRD y respeto mucho tu opinion Fernando, me hubiera gustado leer en tu reflexion la posicion o el silencio de Jesus Ortega aliado de los antes mencionados que siendo el presidente del partido no ha dicho esta boca es mia.
por cierto ya termine uno de tus libros que tuviste la amabilidad de regalarme en Oaxtepec muy bueno, un abrazo.
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